Málaga

La apuesta estratégica del Puerto de Málaga por la náutica de lujo y deportiva, con la construcción de la marina de megayates en los muelles 1 y 2 y la de San Andrés, con 506 amarres, va a tener un valor relevante para la economía del ente público. Los números que han trascendido de las ofertas ganadoras de las concesiones de ambas infraestructuras permiten concluir que el organismo portuario va a garantizar unos ingresos cercanos a los 120 millones de euros por la suma de ambas operaciones. Ello supone una media de casi 3 millones anuales.

Y eso es mucho decir para una institución que se ha visto seriamente afectada por el impacto de la Covid y el cierre del tráfico de cruceros. Bien es cierto que el ente presidido por Carlos Rubio ha sabido levantar el vuelo en 2021, tras un 2020 con pérdidas valoradas en 2,8 millones.

Lejos de estos números rojos, en la última anualidad, gracias a un crecimiento considerable del movimiento de mercancías, con especial relevancia para los contenedores, el Puerto ha obtenido 665.000 euros de beneficios.

Infografía del diseño de la marina de San Andrés.

El desarrollo de las últimas piezas de la operación puerto-ciudad, en la que viene instalado el recinto desde hace más de una década, debe servir para asentar la economía de la Autoridad Portuaria. Y estos dos puertos deportivos son clave en esa pretensión.

Para medir la dimensión de lo planteado sirva de referencia que en 2019, antes de la llegada de la pandemia, los ingresos por tasas de actividad y ocupación fueron 7 millones de euros, con el centro comercial Muelle Uno y Noatum como referentes.

De las dos actuaciones empresariales, la que sin duda ha sorprendido a todos es la impulsada por el fondo de inversión catarí que ya promueve el hotel de 116 metros junto al dique de Levante. Con la empresa Al Alfia como financiera, el proyecto de Marina San para San Andrés va a suponer una inversión de 44 millones de euros.

Al evidente beneficio que va a tener esta instalación para la ciudad, con un impacto económico estimado en 786 millones durante todo el periodo concesional, que es de 50 años (15,7 millones por año), el que sale especialmente beneficiado es el Puerto. 

Diseño de la marina de megayates, en la unión de los muelles 1 y 2 del puerto de Málaga.

La oferta del fondo catarí eleva a casi 2 millones de euros anuales el aporte a las arcas portuarias en concepto de canon de actividad y de ocupación. Esto es lo mismo que decir que la Autoridad Portuaria, si no hay imprevistos, se garantiza unos 100 millones de euros acumulados hasta el año 2072. 

La relevancia de esta operación es mucho mayor si se tiene en cuenta que puede abrir las puertas a la creación de una nueva centralidad en la parte oeste de la ciudad, enlazando con el barrio de El Bulto. A ello pretende contribuir con un desarrollo comercial y turístico que dará cabida a firmas de primer nivel. 

Bastante menor es el peso económico de la marina de megayates en lo que respecta a las cuentas portuarias. En este caso, el consorcio liderado por la multinacional IGY Marinas, la más importante del sector en el mundo, aportará anualmente del orden de 865.000 euros en actividad y ocupación. El periodo concesional es de 20 años, lo que implica unos 17,3 millones en la totalidad del mismo.

No obstante, aunque es menor la incidencia sobre el Puerto, es muy superior el impacto estimado para la ciudad. Los cálculos manejados por la propia concesionaria sitúan por encima de los 100 millones anuales la inyección que la actividad de estos megayates tendrá en la urbe.

En este sentido, los expertos advierten del negocio que rodea a cada una de estas embarcaciones y apuntan que un buque de 100 metros de eslora pueda generar un impacto de 6 millones al año. La previsión es que esta infraestructura esté culminada a finales del próximo mes de abril. 

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