Desde que Málaga apostó por cerrar al tráfico su calle más emblemática, Larios, ganando el espacio para el peatón, el proceso de transformación ha resultado imparable. Como si fuese una mancha de aceite, la conquista ciudadana de las vías antes reservadas para el coche se ha convertido en protagonista de la estrategia de la capital de la Costa del Sol.
Muchos son los escenarios en los que se ha intervenido, pero ninguno de ellos de la envergadura ahora planteada para romper la barrera que separa la ciudad del puerto. En el marco de la ambiciosa operación de soterramiento del eje litoral, valorada en unos 440 millones, el Ayuntamiento avanza en la idea de contar con los mejores arquitectos nacionales e internacionales para conformar un nuevo escenario urbano con la Plaza de la Marina, el Paseo de los Curas y parte de la Avenida Manuel Agustín Heredia como protagonistas.
La intervención permitirá sumar, llegado el momento, unos 71.500 metros cuadrados de zona ciudadana, haciendo posible la conexión del Parque con el Palmeral de las Sorpresas y de La Marina con el puerto. La suma de la nueva pieza y de la existente vienen a suponer unos 130.000 metros cuadrados de superficie.
Para dimensionar adecuadamente la envergadura de la transformación litoral en la que ya se trabaja, sirva compararla con otras actuaciones simbólicas como la semipeatonalización de la Alameda Principal o la de la propia calle Larios.
Los 71.500 metros que se ganarán con el cierre al tráfico del Paseo de los Curas y Muelle Heredia triplican los 23.000 metros ganados con la intervención en los laterales norte y sur de la Alameda, y permitirían dar cabida a 15 calles Larios.
Pese a que la hoja de ruta ya ha sido trazada por el Ayuntamiento para impulsar la que está llamada a ser la gran transformación de la capital de la Costa del Sol, la realidad es que su materialización tiene ante sí aún un largo periplo de gestiones y búsqueda de financiación. Los últimos años han servido para sentar las bases de este megaproyecto, con casi 2 millones de euros invertidos en estudios previos y anteproyectos.
El propio coordinador general de Infraestructuras, Pablo de Otaola, admite que previsiblemente a final del presente mandato, en los primeros meses de 2023, quedarán completados los anteproyectos. Documentos que permitirán al equipo de gobierno tener allanado el escenario de avance decisivo.
Aunque todo ello, condicionado a la disposición de la financiación necesaria para afrontar los más de 440 millones en los que se estima el soterramiento del tráfico a lo largo de unos 2,3 kilómetros entre el Guadalmedina y el hotel Miramar, así como la construcción de las nuevas estaciones soterradas en La Marina y Vialia, entre otros elementos.
Puntos añadidos
A la espera de que el consejo de administración de Promálaga acuerde la activación del concurso internacional de ideas para el diseño de la operación, ya se conocen los primeros detalles del pliego de condiciones. El mismo estará dividido en dos fases. La inicial permitirá seleccionar a un total de seis equipos, en función de la valoración final de criterios objetivos.
Entre ellos, destaca la decisión de otorgar una puntuación de hasta 25 puntos en función de los premios que hayan sido otorgados a la labor profesional de los estudios que concurran a la convocatoria. Al mismo tiempo, en este mismo marco, se asignan 20 puntos para los proyectos de urbanización, 25 para los parques y 20 para las plazas. Los 10 puntos restantes irán asignados a la utilización de nuevas tecnologías en los proyectos (BIM).
Será en la segunda fase, cuando los seis seleccionados (a los que se premiará con 30.000 euros más IVA), cuando tendrán que desarrollar sus propuestas de diseño. Dispondrán de tres meses.
La labor de valoración final corresponderá a un jurado del que formarán parte el alcalde, Francisco de la Torre; el presidente del Puerto, Carlos Rubio; representantes de los colegios de Arquitectos y de Ingenieros; el coordinador general de Infraestructuras; el jefe del departamento de Arquitectura de la Gerencia de Urbanismo, Javier Pérez de la Fuente, y dos asesores en la iniciativa como Salvador Moreno Peralta y José Alba. El ganador recibirá el encargo de redactar el anteproyecto, con un importante de 270.000 euros (sin IVA).