Málaga

El proyecto de transformación de la antigua fábrica de ladrillos Salyt, en Málaga capital, en un espacio comercial da un paso más. Tal y como anunció la pasada semana EL ESPAÑOL de Málaga, la Comisión de Ordenación del Territorio ha aprobado este lunes de manera definitiva el convenio urbanístico con la empresa promotora, Edifissa, para hacer posible una iniciativa que va a suponer una inversión cercana a los 40 millones de euros y la creación de más de 300 puestos de trabajo.

El trámite, que será validado por el Pleno municipal, ha contado con los votos a favor del equipo de gobierno, suficientes para superar los siete votos contrarios de los grupos de la oposición. "Es una muestra más del urbanismo a la carta que acaba beneficiando a intereses espurios", ha afirmado el concejal del PSOE Mariano Ruiz Araujo. 

Desde el punto de vista del principal grupo de la oposición, el mencionado convenio no tiene razón de ser y ha alertado del impacto que la materialización del mismo tendrá sobre la movilidad del entorno. La antigua fábrica, cuyo origen se remonta al año 1945, se levanta sin uso desde 2009 junto a la Avenida Valle Inclán, en el distrito de Bailén-Miraflores.

En esta misma línea crítica, la edil de Unidas Podemos Remedios Ramos ha recordado la propuesta de su grupo de haber repartido los usos del sector, de manera que a la previsión de uso comercial se sumasen, en la misma proporción de terreno, zonas verdes y una piscina cubierta para los residentes de la zona. Esta solución forma parte de una alegación de la formación que ha sido rechazada.

Frente a las tesis del PSOE y Unidas Podemos, el concejal de Ordenación del Territorio, Raúl López, ha saludado el acuerdo como "una gran noticia" para la ciudad, ya que permite avanzar con una operación que, en última instancia, debe permitir reactivar un espacio sin uso desde 2009.

López ha destacado que el acuerdo planteado con Edifissa incluye la cesión para la ciudad de unos 7.000 metros cuadrados de zona verde y espacio público, al tiempo que el Ayuntamiento recibirá una parcela de más de 800 metros para equipamiento. 

La ordenación recoge un techo edificable de unos 21.000 metros cuadrados para uso comercial (muy lejos de los más de 50.000 permitidos), a distribuir en unidades comerciales variadas y no en un centro comercial al uso. Y ello dentro de una parcela de 58.000 metros. El proyecto contempla cerca de un millar de plazas de aparcamiento, de las cuales 478 estarán bajo rasante y otras 572 en superficie.

A falta de que se concreten los plazos, desde la parte privada se estima que el parque comercial podría iniciar su actividad a lo largo del año 2024. Con el objetivo de reducir los tiempos que la tramitación de este tipo de proyectos requiere, incluyendo numerosos informes por parte de organismos sectoriales, Edifissa quiere que sea incorporado por la Junta de Andalucía a una de las aceleradoras que viene poniendo en marcha desde hace meses.

Entre las actuaciones previstas en esta operación destaca la mejora de una serie de infraestructuras y servicios públicos. En este sentido, se menciona una nueva apertura viaria en el límite este de la parcela, que la dotará de mayor permeabilidad y conectividad, tanto peatonal como rodada, a la barriada Carlinda hacia la Avenida Valle Inclán. 

Las actuaciones viarias se completarán con otras mejoras exteriores al ámbito, "imprescindibles y necesarias para optimizar las comunicaciones en esta parte de la ciudad y evitar el impacto de la actuación prevista sobre las condiciones actuales de circulación".

La actuación prevé un conjunto de conexiones peatonales a través de la zona verde perimetral al ámbito, que salvando las diferencias de cotas actuales y respetando los criterios de accesibilidad vigentes, permitirán el acceso peatonal desde las zonas residenciales circundantes a la gran superficie comercial minorista que se implante, dotando de una continuidad a los itinerarios peatonales de la que carece en la actualidad.

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