El sector de la vivienda turística reacciona ante el anuncio del alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, de poner freno a la expansión de este modelo de alojamiento, el principal en los últimos años en la capital de la Costa del Sol. Y lo hace poniendo un dato sobre la mesa más que concluyente: "El 46% de los turistas que vienen a Málaga deciden hacerlo porque existen estas viviendas turísticas, buscan exclusivamente esta modalidad".
Un parámetro con el que dibujar el impacto real que este modelo alternativo representa a día de hoy en la economía de la ciudad. En estos términos se ha pronunciado el presidente de la Asociación de Viviendas Turísticas de Andalucía (AVVA Pro), Carlos Pérez Lanzac, sorprendido y hasta cierto punto molesto por unas declaraciones en las que el regidor ha sido contundente: "Ya hay muchas viviendas turísticas, no queremos crecer más".
Pero mientras el mandatario local anuncia una regulación municipal a esta expansión, defiende y reclama la construcción y apertura de más hoteles en la ciudad. "No queremos crecer en la cantidad de turistas sino en la calidad, en su capacidad de gasto y que se puedan atraer otras inversiones a la ciudad", dijo ayer en un encuentro organizado por Savills y Aliseda.
A modo de contestación, Pérez Lanzac cree que el regidor habla desde "el desconocimiento" y le invita a conocer de primera mano algunos de los establecimientos ya existentes en la ciudad. "Si lo que busca el alcalde es un modelo de calidad y que aporte a la ciudad sólo tiene que mirar al parque de vivienda turística que tiene Málaga, que atrae a familias y a trabajadores", afirma.
"Somos un agente desestacionalizador, que aporta y evita los cuellos de botella que hay durante determinados momentos del año", insiste, resaltando el hecho de que el turista que se aloja en estas viviendas suele estar una media de 4,8 noches, por encima del resto de alojamientos y generando una mayor lucro para la urbe. Los números que maneja el sector son que cada cliente suele dejar en el destino 6 de cada 10 euros que gasta.
Un valor que permite medir el peso de la vivienda turística es la relación que tiene en el conjunto de inmuebles de la capital. Los datos aportados por la asociación (correspondientes a 2018) concluyen que apenas el 2% de todo el parque de viviendas (246.944 unidades) tiene uso turístico. Un porcentaje que crece hasta el 8,5% en el distrito Centro, la zona donde más alojamientos hay.
A este detalle, Pérez Lanzac suma otro vinculado al tiempo de explotación que tienen estas viviendas turísticas. Según los análisis de las empresas, hay unas 1.900 que sólo son utilizadas durante seis meses al año, a las que pueden sumarse otras 1.600 explotadas los 365 días del ejercicio.
¿Qué ocurre con el resto? Que tienen un uso esporádico o que simplemente mantienen su licencia de manera preventiva, con el objeto de impedir verse afectadas por posibles moratorias o medidas restrictivas.
"Lo que pedimos es rigor; lo que no se puede hacer es menospreciar al sector", incide el presidente del colectivo, quien advierte de los efectos adversos que puede traer consigo una regulación por parte del Consistorio.
Advertencia del sector
Sobre ello, critica la posibilidad de que se apuesta por una zonificación para ordenar estos alojamientos. "Eso puede poner en riesgo mucha de la inversión que entra en Málaga", ha afirmado, recordando que los proyectos de viviendas turísticas están detrás de muchas de las obras de rehabilitación de edificios del casco antiguo, por ejemplo, así como de la contratación de mano de obra. "Eso puede ahuyentar al inversor", incide.
Por ello, asumiendo la opción cierta de que el Ayuntamiento avance en la adopción de medidas, Pérez Lanzac propone "un modelo de cupos", de manera que se fijen porcentajes de uso en determinadas zonas. Eso sí, subraya la necesidad de que ello sea objeto de análisis exhaustivos y mediciones rigurosas.
A lo que se opone de plano es a lo que han hecho otros municipios españoles, que han optado por limitar estas viviendas turísticas a las plantas bajas y primeras plantas de los edificios, pensando que ello reduce los conflictos con los residentes habituales.
Un dato que pone en perspectiva hasta qué punto ha crecido el fenómeno de la vivienda turística es que, según datos de las licencias concedidas por la Junta de Andalucía, a inicios de 2022 había en la ciudad 35.866 plazas, un 150% más que las hoteleras. Todas ellas concentradas en 6.984 inmuebles.