La histórica sentencia que condena al Ayuntamiento de Málaga por los ruidos sufridos durante años por los vecinos de la Plaza Mitjana, en el Centro histórico, parece haber sido el detonante necesario para que la Policía Local haya aumentado de manera considerable el control de los actos incívicos en el casco urbano.

O al menos eso es lo que trasciende de los datos objetivos que a lo largo del último mes viene trasladando el Consistorio en las sucesivas notas informativas emitidas a modo de balance semanal. Esto, por sí solo, supone una novedad respecto al periodo previo a que se pusiese sobre la mesa el citado fallo judicial, en el que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) cuestionó la labor de control ejercida desde la Casona del Parque.

Ya sea o no esta la razón real, lo cierto es que existe un interés evidente desde la Casona del Parque por subrayar el papel activo de los agentes municipales contra los incumplimientos de la normativa. 

Tomando como referencia las intervenciones acumuladas desde el pasado 16 de mayo y hasta este lunes 13 de junio, son 427 las personas que han sido denunciadas por vulnerar la norma contra el ruido o de convivencia, así como 167 negocios de hostelería. En total, casi 600.

Es tal el detalle de las comunicaciones municipales que es posible incluso conocer cuáles son las razones de las penalizaciones abiertas. A modo de ejemplo, del total de individuos penalizados, hay 166 que lo han sido por gritar o cantar en la calle; 107 por hacer sus necesidades fisiológicas en la calle, y 62 por, básicamente, hacer botellón en la calle.

Actuaciones contra locales

En el caso de los locales, buena parte de ellas se vinculan a la ausencia de medidas que impidan que el ruido del interior trascienda al exterior, con casi una treintena de casos, pero no sólo. También son numerosas las acciones por permitir la bebida fuera de las zonas autorizadas para ello o por exceder la superficie de terraza permitida.

Aunque son continuas las acciones policiales, el periodo más prolífico es el concentrado entre los días 30 de mayo y 6 de junio, en el que se impusieron 359 denuncias. Fue justamente en este periodo en el que el área de Seguridad activó el dispositivo especial de Policía que va a funcionar hasta finales de verano en el casco antiguo y otras zonas de la ciudad.

La principal novedad del mismo es que triplica el número de efectivos a pie de calle en los puntos de mayor concentración nocturna, con medio centenar de agentes. La determinación del equipo de gobierno, en palabras del concejal de Seguridad, Avelino Barrionuevo, persigue "insistir en el cumplimiento de las ordenanzas de convivencia ciudadana, ruidos y ocupación de la vía pública" una vez superado el efecto de la pandemia de la Covid. 

Las cifras de esa semana están muy por encima de las 52 denuncias impuestas entre el 16 y el 23 de mayo; de las 77 correspondientes al periodo del 23 al 30 de mayo y de la última semana analizada, entre el 6 y el 13 de junio, con 106 sanciones. 

Los resultados confirman el cambio de estrategia anunciado desde el Ejecutivo local semanas atrás, cuando en plena polémica por el deterioro de imagen que estaban generando las numerosas despedidas de soltero que se celebran en el casco antiguo, se puso sobre la mesa la necesidad de incrementar la acción policial.

En palabras del concejal de Turismo, Jacobo Florido, de lo que se trataba era de aumentar el "celo" policial ante "conductas incívicas" e, incluso, de estudiar un incremento en el valor de las penalizaciones económicas que implican estas sanciones.

Actualmente, las multas relacionadas con la contaminación acústica oscilan entre los 600 euros de las leves hasta los 300.000 euros de las muy graves. En el caso de la ordenanza de Convivencia, el valor de partida es de 300 euros.

Las dudas de los vecinos

¿Cómo ven la situación actual en la Asociación de Vecinos Centro Antiguo? ¿Se percibe un cambio de tendencia, un aumento de la actuación policial? El presidente del colectivo de residentes, Carlos Carrera, es tajante.

"Por lo visto estas semanas no se nota una disminución de los problemas habituales que tenemos en forma de borracheras, de despedidas de soltero bestias, de peleas...". Pese a ello, admite que aún es prematuro para extraer conclusiones exactas.