El Ayuntamiento de Málaga ha aprobado este jueves, por unanimidad de todos los grupos políticos, activar el expediente para reconocer el papel de la Universidad con la concesión de la Medalla de la Ciudad.
Por medio de una moción institucional, la Corporación en pleno ha avalado la propuesta, que viene a coincidir con el 50 aniversario de la institución académica. "Es una magnífica oportunidad para reconocer la trayectoria y función de una universidad pública comprometida con su entorno, y que se adapta a las necesidades y cambios de la sociedad", se destaca.
El acuerdo adoptado por el Pleno permite iniciar el procedimiento de instrucción del expediente de méritos para la concesión de la Medalla de la Ciudad de Málaga, valorando "su importancia en la formación, investigación y el desarrollo del conocimiento, así como por su contribución a la transformación de la ciudad durante los últimos 50 años".
El texto realiza un recorrido histórico que se atrasa al siglo XVI, cuando el corregidor Juan de Berlanga y Maldonado planteó por vez primera la creación de una universidad en Málaga. Un propósito que fracasó, como también ocurrió en el siglo XIX y en los primeros años del XX.
Se da incluso cuenta de la existencia de un proyecto del año 1842 impulsado por Ayuntamiento y apoyado por instituciones como la Diputación y el Obispado. El mismo estaba orientado hacia las disciplinas aplicadas, según el modelo del Colegio de San Telmo, que desde 1787 se dedicó a la náutica y el comercio. Sin embargo, esta propuesta tuvo la negativa del Gobierno central.
Más tarde, en 1868, el Ayuntamiento trató de crear una facultad libre de Derecho, pero la Universidad de Granada, responsable de la matriculación oficial del alumnado, "se opuso a una propuesta que había surgido al amparo del decreto que autorizó la fundación de centros educativos con libertad de enseñanza por parte de personas individuales, diputaciones y ayuntamientos".
En los años 1887, 1906 y 1934 hubo nuevas propuestas de creación de una universidad. En 1968, la decisión del Gobierno de crear la Universidad Autónoma de Madrid, la Autónoma de Barcelona y la Universidad de Bilbao, olvidándose de Málaga, generó "un profundo malestar" en la ciudad.
Ante esta situación, quedó constituida la Asociación de Amigos de la Universidad de Málaga, que contó con la aprobación del Gobierno Civil. Hubo que esperar a la aprobación del decreto 2566/1972, de 18 de agosto, para la creación de las universidades de Córdoba, Málaga y Cantabria.
Inicialmente, la UMA constó con la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, entonces integrada en la Universidad de Granada, y de la Facultad de Medicina, de nueva creación. Junto a ello, se adscribieron a la nueva universidad los Cursos de Extranjeros, la finca La Mayora y los tres centros históricos: la Escuela de Peritos, la Escuela de Comercio y la Escuela de Magisterio, que se transformaron en escuelas universitarias.