"Hay muchas viviendas turísticas y no queremos crecer más". El lapidario mensaje lanzado por el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, en un foro inmobiliario hace algunas semanas va a tener respuesta por parte de la Gerencia de Urbanismo. El ente municipal prevé tramitar una ordenanza específica mediante la que regular esta oferta alojativa en toda la urbe y no sólo en el Centro histórico.
Este detalle no es menor, ya que como ha reconocido el concejal de Ordenación del Territorio, Raúl López, la idea inicial era impulsar una innovación del actual planeamiento urbanístico para fijar medidas concretas sólo en el casco antiguo, al ser la zona más saturada de este tipo de oferta. Actualmente, según el Registro de Turismo de Andalucía, en la capital de la Costa del Sol hay dadas de alta 7.623 viviendas de este tipo, con 39.111 plazas.
¿Qué ha motivado este cambio de rumbo? El edil ha explicado a EL ESPAÑOL que una de las razones se encuentra en que desde hace meses se viene observando una proliferación de los proyectos turísticos en las zonas Este y Oeste.
A ello, suma la posición expresada por la Asociación de Viviendas Turísticas de Andalucía (AVVA) y del Colegio de Administradores de Fincas, dos de los colectivos más estrechamente vinculados a este sector.
Con representantes de ambas entidades mantuvo López ayer lunes una reunión. En la misma, ha indicado el edil, pusieron sobre la mesa la idoneidad de ampliar el foco de acción de la regulación en la que viene trabajando el Ayuntamiento desde hace meses.
"Si los dos colectivos que más tienen que ver con la vivienda turística ven razonable que en lugar de ordenar sólo el Centro, ante la llegada de más viviendas a otros distritos, se extienda a otras zonas de la ciudad, por las repercusiones que puede tener sobre otros usos, no nos parece nada fuera de lugar", ha señalado el concejal.
El presidente de los Administradores de Fincas, Manuel Jiménez Caro, avala esta opción como la más adecuada. "Si lo que se busca con la regulación que se anuncia es poner un cierto orden en la proliferación de estos alojamientos y evitar los conflictos con los vecinos, no tiene mucho sentido no hacerlo en zonas que son eminentemente residenciales", expone.
"No encontramos sentido que no se ordene que haya varias viviendas turísticas en edificios residenciales de La Luz, La Paz, en Palma-Palmilla, debido a los problemas de convivencia que puede suponer, y sí se haga en el Centro, donde muchos de los inmuebles tienen un alto uso terciario y comercial", precisa.
Peticiones de Málaga a la Junta
Al ser preguntado por el modo en que Urbanismo ordenará la apertura de viviendas turísticas en el nuevo texto, López ha aplazado la decisión a conocer la respuesta que desde la Junta de Andalucía se dé a las alegaciones formuladas en su día al nuevo decreto regional. Las mismas fueron remitidas a mediados del pasado mes de mayo.
Entre las sugerencias realizadas destaca, por ejemplo, la instalación de elementos "que midan los niveles sonoros que puedan ser nocivos para la adecuada habitabilidad en el uso residencial". Una medida con la que favorecer "una pacífica convivencia ciudadana entre vecinos y usuarios de las VFT".
Asimismo, pedía que desde la Administración autonómica se habilitasen los mecanismos para "tener un control urbanístico de la ubicación e implantación de las VFT en las barriadas residenciales y su cumplimiento a efectos de normativa urbanística".
Según ha podido saber EL ESPAÑOL de Málaga, una de las opciones que maneja el Consistorio pasa por limitar la implantación de este uso residencial-turístico en los bajos y entreplantas con entradas independientes, así como en las plantas primera y segunda. Una solución que anularía la idea también estudiada en su día de fijar unos cupos máximos de pisos turísticos dentro de los bloques en función del total de viviendas.