Plan innovador en Málaga para llevar a las casas de mayores y dependientes la atención del centro social

Si hay un colectivo especialmente afectado por la pandemia de la Covid ese es el de las personas mayores. No sólo por el impacto directo del virus, sino por las secuelas derivadas de la reclusión a la que se han visto forzados durante meses. De hecho, son muchos los vecinos que aún hoy siguen sin superar la frontera de su hogar, reduciendo al mínimo sus relaciones sociales.

Ante esta situación, el Ayuntamiento de Málaga y la empresa Ingesan OHLA han puesto en marcha una iniciativa pionera destinada a usuarios del servicio de ayuda a domicilio. 

El objetivo es trasladar la atención y los servicios que se ofrecen en un centro social de forma directa (actuaciones preventivas, formativas, rehabilitadoras y de atención a las personas y unidades de convivencia) a la vivienda del beneficiario, eliminando las barreras físicas y la distancia social entre el centro social y las personas.

¿Y cómo se logra esto? Con el televisor como aliado. Según han explicado este miércoles en la presentación del proyecto, la primera fase piloto se va a desarrollar en los domicilios de 28 usuarios. Para ello, tal y como han informado el concejal de Derechos Sociales, Francisco Pomares, y el director Territorial de Ingesan OHLA Andalucía, Miguel Sánchez, el proceso comienza con la instalación y configuración en la vivienda del sistema tecnológico necesario para llevar a cabo las sesiones y formar de cómo éstos se utilizan.

Una solución tecnológica diseñada específicamente para este servicio. Se trata de sistema que se conecta a la televisión, basado en la tecnología Android y se controla a través de un mando a distancia desarrollado para la utilización de este software y adaptado a los usuarios y usuarias.

Una vez realizada la instalación, un psicólogo y un trabajador social inician las sesiones. Cada profesional mantendrá varias sesiones iniciales, al igual que si de un centro de día se tratara, con el objetivo de tener una primera toma de contacto, establecer el perfil de usuario o usuaria (nivel de dependencia, situación social y familiar, grado de conocimiento en nuevas tecnologías, gustos y preferencias sobre actividades, etc.) y planificar el calendario de sesiones.

Tras la primera toma de contacto, comienzan las dinámicas que podrán ser individuales o colectivas, y siempre las recomendadas por el psicólogo que les atiende. Las dinámicas individuales un psicólogo o un trabajador social mantendrán periódicamente con el usuario sesiones para valorar el estado de la persona y analizar el grado de cumplimiento de los objetivos marcados y la necesidad, o no, de cambiar en algo sus rutinas en las dinámicas.

En el caso de las grupales, son las que permiten a los beneficiarios del programa establecer contacto con otros usuarios de sus barrios o ciudad. Éstas son principalmente lúdicas y centradas en la estimulación cognitiva, física y sensorial.

El servicio se presta en horario de mañanas o tardes de lunes a viernes, y son los usuarios los que eligen el grupo y horario en el que quieren participar. Los grupos son estables, de manera que participan siempre las mismas personas en cada grupo y las sesiones se celebrarán siempre los mismos días de la semana a la misma hora.

Igualmente se primará que sean personas en situaciones similares en cuanto a edad, intereses, gustos, situación físico-cognitiva, etc. Una vez programada una sesión y llegada la hora de inicio, el profesional realizará una llamada a través de la plataforma a todos los usuarios, de manera que estos se conecten en ese momento. Para ello, el usuario debe tener encendido el televisor, conectado el dispositivo de comunicación y el mando a distancia del dispositivo, por si es necesario interactuar con el mismo.

"Es como si fuesen un grupo de amigos, pero están conectados en las sesiones a través de la tele", recalca Pomares a EL ESPAÑOL de Málaga, destacando que la idea base del programa se puso sobre la mesa justamente durante el largo confinamiento obligado por la Covid. 

Para el edil, si el proyecto funciona "puede ser una manera revolucionaria de llevar los talleres a las casas de los mayores dependientes, que desde la tele pueden tener la sesión grupal". "Hay que tener en cuenta que para muchos mayores el lugar en el que están más seguros es en sus casas, sentados en el sofá", apunta.