El Gobierno central da un nuevo paso en la larga cuenta atrás en la que está instalada desde hace años la construcción de la última gran infraestructura viaria de Málaga capital: el acceso norte al aeropuerto.
Tras activar la contratación del proyecto constructivo a finales del pasado mes de marzo, el Ejecutivo acaba de informar de la adjudicación de este trabajo a la unión temporal de empresas (UTE) integrada por Cemosa (Centro de Estudios de Materiales y Control de Obra, S.A) y Urci Consultores, S. L.
De acuerdo con los detalles contenidos en la oferta finalmente seleccionada, de entre un total de 19, el plazo de redacción del proyecto se estima en dos años, siendo el presupuesto del mismo de 1.033.939,82 euros (IVA incluido). Esto supone una rebaja considerable respecto a los 1.479.000 euros de la licitación.
Según estos datos, a la espera de que quede formalizado el contrato, es factible pensar en que la Administración central tendrá sobre su mesa el documento técnico esencial para impulsar la construcción del acceso al aeródromo en la parte final del año 2024.
La intervención afecta al trazado y construcción de un nuevo vial desde el punto kilométrico 230 de la autovía del Mediterráneo A-7 hasta el aeródromo de la capital de la Costa del Sol. La importancia de este paso adelante es elevada, dado que esta infraestructura ya fue comprometida por la Administración central a mediados de 2017, cuando puso sobre la mesa el documento base que iba a permitir impulsar la materialización de un eje capaz de absorber un tráfico diario de unos 12.000 vehículos.
El pliego de condiciones que rige este concurso precisa que el enlace va a tener 1,7 kilómetros de longitud, permitiendo una velocidad de circulación de 80 kilómetros por hora. El coste estimado de las obras es de 42.262.000 euros (IVA incluido).
Pese a que han sido varias las anualidades en las que los Presupuestos Generales del Estado han consignado partidas para esta obra, la realidad es que no se ha movido una sola piedra. Y ello a pesar de que la obra llegó a ser adjudicada en 2018 a la unión temporal de empresas integrada por Acciona y Jiménez Carmona.
En el pliego se alude, precisamente, a que la redacción del proyecto debe contener cuanta información sea necesaria para la realización de las expropiaciones y ocupaciones temporales. Al tiempo, se pide a la futura adjudicataria que integre en el documento final las soluciones recogidas "tanto en el proyecto primitivo como en su adenda sobre la necesidad de modificar el vial de conexión de la Autovía del Mediterráneo A‐7 (p.k. 230) con las carreteras A‐7052 y A‐404".
Y ello con el objetivo de recoger lo incluido en el acta de coordinación de actuaciones entre la Dirección General de Carreteras del Ministerio de Transportes, la Dirección General de Infraestructuras, de la Consejería de Fomento y el Ayuntamiento de Málaga "para llevar a cabo el acceso norte al aeropuerto de Málaga, el vial metropolitano distribuidor oeste de Málaga y el desarrollo del PGOU de Málaga en dicho entorno".
El proyecto de trazado tendrá que ser sometido a un procedimiento de evaluación de impacto ambiental ordinaria, para lo que será necesario redactar un estudio de impacto ambiental.