Cuando ya se cumple más de un año desde que el descubrimiento de la cueva de La Araña copara los titulares en Málaga en el verano de 2021, vuelve a estar de actualidad. El lanzamiento de un informe independiente, que califica a la cavidad de "única" por sus estegamitas, supone una novedad respecto al de la delegación de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, que asegura que se trataba de una oquedad más como tantas otras hay en la zona.
Fuentes de la Administración regional afirman a este periódico desconocer el contenido de dicho informe independiente, cuya presentación oficial se producirá el próximo lunes 12 en el Rectorado de la Universidad de Málaga. Por su parte, la investigación geológica que impulsó la cementera FYM-Heidelberg —en cuya cantera se encontró la cueva— y revisaron técnicos de la Junta de Andalucía determinaba que "como esa cueva hay más de 700 en Andalucía", concluyeron fuentes consultadas a EL ESPAÑOL.
La conclusión de este nuevo documento es radicalmente contraria: concluye que es "única" en el mundo. "Lo que más nos ha sorprendido es que tiene una serie de espeleotemas que son especialmente raros", explica uno de los autores del informe, Juan José Durán Valsero, en conversación con este periódico: "Son de una calidad, una perfección, una belleza, una variedad de tamaños... Es una especie de festival de este tipo de espeleotemas tan raros. Lo que era absolutamente excepcional en tres sitios del planeta, aquí los hay a montones".
Esta nueva investigación ha sido elaborada por el Profesor Titular del Área de Geodinámica Externa de la Universidad de Málaga, Iñaki Vadillo; el presidente de la Asociación Española de Espeleología, José Enrique Sánchez; y el propio Durán Valsero, Profesor de Investigación del Instituto Geológico y Minero de España y parte del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Se trata de todo un plantel de referencia en su campo para respaldar la importancia del descubrimiento.
"Ahora sabemos que la cueva es muy importante. Hace tres meses no lo sabíamos, ahora sí. No podemos cerrar los ojos", argumenta Durán Valsero, que asegura que han desarrollado este trabajo sin ver los informes previos. Según explica, la fábrica de cemento se puso en contacto con Vadillo y con él para ofrecerles entrar en la cavidad, por la que ambos habían mostrado interés a través de comunicaciones previas: "Una cueva nueva que aparece y que se supone que no ha tocado nadie es algo absolutamente excepcional", justifica.
Juan José Durán Valsero ha trabajado durante casi 40 años en torno a los distintos macizos kársticos de la provincia de Málaga, y define como "una oportunidad fantástica" encontrar "una burbuja" en forma de cueva "intacta". Tras la invitación de la cementera, con las dos condiciones de un tiempo limitado y sin financiación de la empresa explotadora de la cantera, ambos investigadores se dispusieron a "aprovechar la aportunidad".
Entre los días 10 de abril y 10 de julio de 2022, periodo durante el que la empresa autorizó el acceso al equipo de trabajo a la cavidad, se realizaron un total de 178 asistencias a la cueva en 38 jornadas de trabajo. Entre científicos y espeleólogos, formaron parte del equipo de trabajo un total de 24 personas. ¿La conclusión? "Es una cueva absolutamente excepcional en su conjunto", resume Durán Valsero, que asegura haber "cientos o miles de cuevas en todos los continentes" y nunca haber visto nada parecido.
El secreto de su singularidad está en las estegamitas, "una variedad enormemente inusual de espeleotemas de las que sólo existían hasta le momento en el mundo pocas reseñas en tres cuevas del planeta, y en esta cueva se han referenciado más de cien ejemplares en perfecto estado de conservación", subraya su informe, "que la convierten en un hito geológico de relevancia mundial". Su propuesta es que pase de conocerse como Cueva de la Maravilla Blanca —como fue bautizada por los colectivos que pedían su conservación— a Cueva de las Estegamitas.
¿Cómo pudo el informe de Medio Ambiente pasar por alto este importante descubrimiento? Según señala Juan José Durán Valsero, que califica el hallazgo como "un auténtico lujo" y "un laboratorio natural para estudiar el nacimiento de estos espeleotemas", "es fácil no darse cuenta del valor de lo que hay ahí" dado lo inusual de esta formación geológica.
"Hay que seguir investigando, no nos ha dado tiempo a trabajar todo lo que nos gustaría", señala este profesor de Investigación del Instituto Geológico y Minero de España, que resalta que hay "mucha información científica ahí" como para "permitir el lujo de que se dé carpetazo a esta cueva". "Hemos encontrado algo tan interesante que plantea un escenario nuevo", resume, en comparación con la situación de incertidumbre previa.
Ahora, su petición es que se analice la compatibilidad entre la conservación de la cueva y la actividad minera de la fábrica de cemento, como recomienda para estos casos la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), de la que España forma parte: "Estoy seguro que la empresa ha tomado buena nota de la importancia de esta", razona Durán Valsero.
"Si esta cueva nos la encontráramos en cualquier otro sitio, no habría discusión. Estaría toda la sociedad delante, haciendo cola", sentencia.
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