Lejos de la tradicional apuesta por el residencial y por la construcción casi en exclusiva de viviendas, la inmobiliaria de la ONCE, Oncisa (pertenece a Ilunion), dibuja una hoja de ruta alternativa en los terrenos que las siete parcelas que tiene en propiedad en la zona de extensión de la Universidad de Málaga.
Con el objetivo de enriquecer la operación con usos variados, la firma impulsó una innovación del planeamiento urbanístico con el fin de posibilitar una mezcla que haga posible, por ejemplo, disponer de residencias de estudiantes, colegios mayores y usos terciarios vinculados directamente a la Universidad.
El propósito va a quedar ahora refrendado con la aprobación definitiva del citado ajuste urbanístico por parte de la Comisión de Ordenación del Territorio, que incluye el asunto en el orden del día de su próxima comisión, a celebrar el próximo 19 de septiembre. El punto deberá ser, posteriormente, ratificado por el Pleno.
¿Qué lleva a Oncisa a proceder de este modo? La literatura recogida en la memoria que sirve de base para esta innovación subraya la apuesta por potenciar la relación del sector, en el que el Ayuntamiento ya desarrolla varias promociones de vivienda de protección oficial, con la Universidad y el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA), "cuya influencia es determinante para el futuro desarrollo de estos terrenos".
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Los autores, con el estudio de arquitectura de Ángel Asenjo al frente, insisten en ese documento en que este nexo de colaboración entre la tecnópolis y la UMA, hacen de esta extensión de terreno "en una ubicación clave para la implantación de usos vinculados a la investigación tales como espacios coworking, incubadoras para startups, etc."
El objetivo es ofrecer un espacio "para jóvenes pymes que buscan oficinas en zonas donde además puedan encontrar otros servicios (restaurantes, cafeterías, zonas de ocio…)".
Escasez de viviendas para la comunidad universitaria
Pero no es el único factor que toman en cuenta los promotores. La otra clave es la situación del mercado inmobiliario, en especial del alquiler, y el peso que tiene la comunidad universitaria ante la escasez de viviendas para estudiantes, profesores e investigadores. Algo extensible a los trabajadores de la tecnópolis.
De acuerdo con los datos contenidos en el expediente, la previsión de Oncisa es edificar 488 viviendas, así como 742 plazas de aparcamiento. Al mismo tiempo, se reserva una superficie de 500 metros de techo para comercial. Junto al cambio en los usos, se introduce una variación en la ordenación de los volúmenes y parámetros de altura máxima, ocupación y conexiones entre parcelas previstas.
En este caso, la idea pasa por levantar edificios de planta baja más cuatro alturas. Los terrenos afectados comprenden unos 465.610,7 metros cuadrados, lindando al norte con la carretera A-7056; al este, con terrenos de la ampliación de la Universidad, actualmente en desarrollo; al sur, con la autovía A-357; y al oeste, con la autovía del Mediterráneo A7.
Se encuentran parcialmente urbanizados y el sector está dividido en dos unidades de ejecución por el plan parcial que lo desarrolla, separadas por el arroyo Merino, encontrándose ejecutadas las obras de urbanización de la Unidad de Ejecución II y pendientes de ejecutar las obras de la Unidad de Ejecución I, cuyos terrenos actualmente se utilizan como circuito de cross.