La proliferación de las despedidas de soltero en el Centro histórico de Málaga en los últimos años han convertido en habituales las escenas de nutridos grupos de mujeres u hombres portando penes en la cabeza o vistiendo camisetas con lascivos mensajes de tinte claramente sexual.
Espectáculos callejeros que pueden tener los días contados si prospera el cambio de ordenanza en el que está trabajando el Ayuntamiento de la capital. Un ajuste de la normativa de Convivencia con el que se pretende poner freno a este modelo de ocio, que tanta contestación está generando desde hace meses.
Tras informar la semana pasada de la puesta en marcha de la modificación de la norma, que ha incluido un primer periodo de consulta ciudadana, EL ESPAÑOL de Málaga puede adelantar las principales novedades que pretende introducir el equipo de gobierno en el texto.
El proyecto pasa a incorporar un apartado más dentro del artículo 36 de la ordenanza, relativa a las normas de conducta. De este modo, pasará a disponer de un precepto 7 en el que se prohíbe de manera clara "transitar o permanecer en la vía o espacios públicos sin ropa o únicamente en ropa interior; con ropa o complementos que representen los genitales del ser humano, o con muñecos/as o elementos de carácter sexual por la vía pública". Prácticas todas ellas que serán causa de penalización y sanción por parte de la Policía Local salvo que haya autorización municipal.
Atendiendo a la literalidad del apartado, es evidente que cualquier grupo interesado en celebrar una despedida de soltero por las calles de la ciudad tendrá que contenerse y rebajar el frenesí del festejo. Hay que recordar que los detalles relacionados con la apariencia vienen a sumarse a otros ya recogidos en otras ordenanzas, como las propias del exceso de ruido.
Advertencia y sanción de hasta 750 euros
¿Qué ocurrirá en su supuesto de que estos grupos no atiendan lo recogido en el documento? En ese caso, señala la propuesta, se indica que los agentes de la autoridad "informarán, en primer lugar, a las personas involucradas respecto a la existencia de la prohibición contemplada en la presente ordenanza, y sólo si se persiste en la actitud no permitida, se procederá a la formulación de la denuncia pertinente". El incumplimiento podría conllevar sanciones que inicialmente quedan recogidas como "faltas leves", pudiendo ser sancionadas con multa de hasta 750 euros.
El Ayuntamiento decide dar esta vuelta de tuerca en su norma, que aún ha de afrontar su tramitación, ante el impacto negativo que las despedidas pueden ocasionar sobre "la imagen y la percepción" de la ciudad. La finalidad no es otro que "poner freno a algunos comportamientos incívicos que puedan perturbar la convivencia entre los vecino/as".
"La proliferación en los últimos años de determinadas conductas asociadas a las celebraciones de despedidas de soltero/a nos lleva a dotar al municipio de una nueva regulación con el objeto de preservar el espacio público como un lugar de encuentro, convivencia y civismo, en el que todas las personas puedan desarrollar en libertad sus actividades de libre circulación, ocio y recreo", se expone en la propuesta del Gobierno municipal que ha sido objeto de consulta hasta este jueves.