Una nueva manera de construir empieza a tomar forma y protagonismo en Málaga. Aunque aún de manera residual, en una de las grandes capitales del inmobiliario, aparecen como a cuentagotas experiencias reveladoras, en la que el tradicional ladrillo es suplido por la milenaria madera.
¿Madera? Sí. La madera como materia primera con la que ensamblar la estructura de una vivienda de nuevo cuño, convirtiéndose, además, en símbolo de conexión de los moradores con la naturaleza.
Este es el espíritu con el que los promotores de la iniciativa, el exfutbolista del Málaga Vicente Valcarce y su mujer, quisieron impregnar desde el primer momento el siempre ilusionante reto de construir su nueva casa.
La claridad de la madera contralaminada (CLT) empleada en su creación contrasta con las residencias más clásicas de alrededor, provocando la sorpresa de viandantes y profesionales de la arquitectura, alertados por tan inusual obra. Con poco menos de 500 metros, la construcción se levanta sobre un solar de la Avenida Pintor Sorolla, en la zona Este de la capital de la Costa del Sol.
Si Valcarce y su mujer son el origen de la iniciativa, María Vargas y Ana Baena, al frente del estudio Varba Arquitectura, son quienes vigilan de cerca el devenir de la intervención, ajustando los detalles de todo el proyecto. Su experiencia con otra operación parecida en Benalmádena les acabó llevando al inmueble malagueño.
Lo hacen asumiendo que este tipo de actuaciones son minoría. Y sin embargo, abrigan el deseo de que la casa que ahora toma forma, que podría quedar lista a principios del año que viene, sirva para abrir un camino alternativo. ¿Justificado? Según cuenta María a EL ESPAÑOL de Málaga, sí, porque son numerosas las ventajas de emplear la madera.
Estructura levantada en seis días
"Hablamos de una construcción que se hace en mucho menos tiempo", expone como primera referencia. En este caso concreto, el montaje de la estructura de la vivienda se ha hecho en apenas seis días. Un proceso que, como poco, requeriría varios meses si se emplease el ladrillo. Beneficios a los que sumar otros evidentes: "se generan muchos menos residuos que una vivienda convencional".
Pero ¿cómo se hace la casa? María subraya que acometer la operación obliga a una fase de estudio severa y exacta, "porque la estructura de madera viene ya fabricada y se ensambla directamente en el solar, con la reducción de molestias para los vecinos". Aunque podemos resumir la operación en una especie de montaje de piezas, la arquitecta precisa que en ningún caso se trata de una vivienda prefabricada que se instala sin más.
El empleo de madera contralaminada hace que la construcción adquiera un aislamiento acústico y térmico de manera casi natural, sin necesidad de las habituales actuaciones complementarias que se ejecutan en otras edificaciones.
María, que destaca la labor de la empresa Egoin y de la constructora MCO, no esconde que el cambio del ladrillo por la madera tiene un coste algo superior, aunque el mismo es claramente "compensado con ventajas como la rapidez de creación".
Viendo los valores positivos de todo el proceso, ¿por qué motivo no hay más casas como la de Valcarce? "Pensé que era la primera que se hacía en Málaga, pero me comentaron que hace años se hizo un hotel cerca de la estación de trenes", explica.
En cualquier caso, es una gota en el océano de edificios en Málaga. Y si bien no hay una respuesta sencilla, la especialista cree que pesa "la poca información que hay" y que probablemente muchos creen "que una casa de madera es menos segura que una de ladrillo". "Eso no es así, porque nuestro proyecto tiene que cumplir todas las normativas", aclara.
El resultado final, en cualquier caso, esconderá la actual imagen de madera marcada sobre la acera norte de Pintor Sorolla. "Es una madera que no puede quedar vista, tiene que quedar protegida con un revestimiento; será una fachada ventilada, como lo podría ser cualquier tipo de vivienda", destaca María.
Pero más allá de la estampa exterior, lo que hará especial la casa será el interior, donde sí habrá retazos de madera vista. "Es más el cómo se vive dentro, cómo se respira, el confort que se nota en este tipo de construcciones", añade.