El tiempo de construcción del Parque de la Memoria del Cementerio de San Rafael, lugar donde según los datos oficiales fueron exhumados los cuerpos de 2.840 personas asesinadas en Málaga durante la Guerra Civil, parece llegar a su fin.
El Ayuntamiento de la capital de la Costa del Sol fija ya para febrero de 2023 el momento en que se espera quede completada la cuarta y última fase del proyecto de recuperación del espacio como zona verde y de esparcimiento.
Así lo ha confirmado el concejal de Ordenación del Territorio, Raúl López, quien si bien admite las críticas por el estancamiento que han sufrido los trabajos debido a varios modificados en la operación, es claro al apuntar que actualmente se está interviniendo en la zona “con normalidad”.
El coste final de esta parte de la intervención, que va a permitir actuar sobre unos 45.000 metros cuadrados de superficie, ronda los 1,7 millones de euros. Un valor que sumado al resto de las acciones ya ejecutadas eleva el coste del parque a 4,9 millones.
"A día de hoy estamos incorporando la plantación de las especies previstas en el proyecto; lo último que se hace es ejecutar la zona de césped en gran parte del parque, a lo que hay que sumar una balsa de agua central, una plaza escenario y un espacio deportivo", ha precisado el edil.
López, que confirma la existencia de "altibajos" en la actuación, informa de que las certificaciones de obra con las empresas adjudicatarias de esta cuarta fase alcanzan ya los 859.4054 euros, lo que equivale al 41% del presupuesto final.
Lo que tendrá que seguir esperando es el equipamiento proyectado dentro del parque. El mismo, que salió a licitación por un valor de 800.000 euros, quedó desierto, ante la negativa de las firmas constructoras a asumir el desarrollo del mismo por ese precio. Algo que, para el concejal de Ordenación del Territorio, se justifica en la dificultad que viene arrastrando el sector de la obra pública desde hace meses por el incremento de los costes.
Ante esta situación, Urbanismo trabaja en la posibilidad de encontrar alguna empresa con "acreditada solvencia" que esté interesada en hacer la obra. Aunque la ley permite la adjudicación directa, el organismo municipal prefiere reclamar ofertas a tres firmas diferentes.
La complejidad de la apuesta municipal por transformar el viejo camposanto en un gran parque urbano queda demostrada en el tiempo que ya transcurre desde que se puso la primera piedra. A modo de ejemplo, la adjudicación de la primera fase tuvo lugar a finales de octubre del año 2014. Es decir, hace ocho años.
Esa primera pieza, que incluyó trabajos de demolición, movimientos de tierras y de infraestructuras, tuvo un coste próximo a los 630.000 euros; la segunda, adjudicada en agosto de 2016, elevó el coste en 725.000 euros, y la tercera fase, con un presupuesto de unos 640.000 euros, fue contratada en febrero de 2018.