El mismo estudio de arquitectura que va a asumir el reto de rehabilitar el distrito madrileño de Azca, b720, será el encargado de diseñar la histórica apuesta de Málaga por peatonalizar el Paseo de los Curas y transformar la Plaza de la Marina, generando un área de 70.000 metros cuadrados ganados para el uso ciudadano.
Y todo ello con un coste económico ciertamente reducido. Según los cálculos iniciales, toda la operación podría suponer una inversión de unos 15 o 16 millones de euros, de los cuales alrededor de 6 millones se relacionan con la nueva plaza.
Sea como fuere, esta ambiciosa iniciativa queda condicionada a la ejecución previa de la estación soterrada de autobuses dibujada en este mismo punto, así como al soterramiento del tráfico en Muelle Heredia y el Paseo de los Curas.
La propuesta de esta firma, que ha concurrido al concurso internacional impulsado por el Ayuntamiento de Málaga junto a Luis Machuca y DJ Arquitectura, ha sido la mejor considerada por el jurado encargado de analizar las ofertas. La criba ha hecho que de un total de 23 candidaturas se pasase a 7; de estas, a 3, de las que finalmente se la ha seleccionado la de b720.
"El jurado ha tomado la decisión de que este proyecto es el que mejor puede responder a los retos de la ciudad en el eje litoral", ha destacado el alcalde, Francisco de la Torre, quien incide en que el diseño integra la conexión del parque y de La Marina con el escenario portuario.
Fermín Vázquez, responsable del estudio principal, ha mostrado una "enorme alegría" por la decisión del jurado. "Es especialmente motivador trabajar en Málaga, es la ciudad que más dinamismo transmite ahora en España", ha afirmado, subrayando la importancia de trabajar en los espacios públicos, clave para "hacer ciudad".
Entre los principios que marcan la propuesta de intervención, Vázquez ha mencionado la apuesta por un "espacio contemporáneo", con la movilidad sostenible y limpia como protagonista. A esto se suma la generación de zonas públicas accesibles, capaces de albergar eventos e instalaciones temporales e itinerarios paisajísticos.
Otra de las líneas marcadas en la propuesta profundiza en la transformación digital del escenario de intervención. "La idea es que sea un espacio puntero en la democratización de la digitalización", ha explicado.
Una de las singularidades del diseño planteado es que se adelanta el actual emplazamiento de la Plaza de la Marina, con el objeto de facilitar "una panorámica 360 grados de los principales hitos" de la ciudad, como La Farola. El equipo ganador del concurso pone sobre la mesa cambios en el proyecto del intercambiador soterrado previsto, de manera que "se abra y sea un espacio iluminado, con vegetación".
La intervención abunda en la necesidad de repensar la nueva Plaza de la Marina como un espacio "flexible y adaptable" para celebrar eventos como un concierto, un mercadillo de Navidad, una exposición o eventos deportivos.
En el caso de la integración del parque con el puerto, se apuesta por tres zonas, una de ellas de marisma, otra de ribera. La iniciativa incluye el diseño particular de quioscos que formen parte del espacio, "que darán identidad", ejecutados con materiales renovables.
Por su parte, Luis Machuca, el arquitecto responsable de la rehabilitación del Caminito del Rey, ha destacado que con esta iniciativa se busca "resolver la Plaza de la Marina era una asignatura pendiente, con el objetivo de que sea habitable, con lugares de sombra, donde se pueda descansar".
Con el objetivo de avanzar con una cierta normalidad en la acometida de este ambicioso proyecto, el equipo divide la intervención en varias fases, de manera que se acomoden también a la disponibilidad presupuestaria. La etapa 1 afecta a la construcción de la nueva plaza ligada a la del intercambiador modal.
"La obra está pensada para que se pueda empezar por ahí y pueda crecer. Y se puedan hacer cosas en el paseo de las curas para que pueda conectar con el Palmeral de las Sorpresas, que es un parque deshabitado, que no se usa", ha añadido el urbanista.