El Ayuntamiento de Málaga pone sobre la mesa un nuevo calendario para la apertura de las piscinas del complejo de Inacua, cerradas desde hace meses por los numerosos problemas detectados en la cubierta, en la estructura sobre la que se asienta y en el vaso de 50 metros.
El concejal de Ordenación del Territorio, Raúl López, ha apuntado en el Pleno municipal de este jueves la posibilidad de que la piscina de 32 metros de longitud reabra a lo largo del mes de enero, una vez realizados los trabajos necesarios para reparar las deficiencias encontradas en la estructura tridimensional sobre la que se asienta la cubierta.
El edil ha informado de que ya hay una empresa contratada por la Gerencia de Urbanismo para diagnosticar el modo en que se debe intervenir sobre esta parte de las instalaciones, para posteriormente proceder a su reparación.
Un proceso que se va a llevar todo noviembre, diciembre y parte de enero. Y en cuanto al resto de instalaciones, incluyendo la piscina de 50 metros, cuyo vaso estaba también dañado, el responsable de Urbanismo habla de febrero, aunque sin mayor precisión.
El debate celebrado en la Casona del Parque, en el marco de una moción ordinaria presentada por Unidas Podemos, ha puesto de manifiesto el conflicto que desde hace meses mantienen en este asunto Urbanismo y el área de Deportes, cuya concejala, Noelia Losada, se ha encargado de remarcar que es Urbanismo el "responsable" de la subsanación de los desperfectos encontrados en la piscina de Inacua, mientras que ha puesto en valor el trabajo de su departamento en la búsqueda de alternativas para los clubes deportivos y las familias afectadas por el cierre de las piscinas.
A modo de ejemplo, ha anunciado en la sesión que Deportes está estudiando la posibilidad de instalar una carpa rígida sobre la piscina que hay al aire libre para que pueda ser utilizada de manera temporal. "Hay una empresa especializada que ha ido a hacer mediciones para poder colocar una carpa rígida, lo que permitiría aliviar la espera", ha indicado.
Esta iniciativa se plantea después de que las familias afectadas por el cierre de las piscinas de Inacua saliesen a la calle el pasado fin de semana. Y lo hacían al grito de "Alcalde, espabila, arregla la piscina" o "Mis amigos y yo queremos nadar". Llevan sin poder entrenar con normalidad desde el 30 de marzo de este año, cuando se desprendió parte del techo de su piscina cubierta.