El Juzgado de lo Penal número 10 de Málaga ha condenado a una mujer a 1 año y 6 meses por los delitos de atentado y amenazas, respectivamente, al tratar de agredir a una trabajadora social de Málaga. La acusada, incluso, atemorizó a la funcionaria diciéndole que le iba a cortar las orejas.

Así queda reflejado en la sentencia emitida por este juzgado el pasado 25 de octubre. En el apartado de hechos probados, se precisa que este episodio tuvo lugar el 6 de noviembre de 2018 en un Centro de Servicios Sociales Comunitarios de la capital de la Costa del Sol.

Conforme al relato recogido, la ahora condenada se dirigió gritando "en estado de gran exaltación" hacia el despacho de la trabajadora social, que al oír los gritos se refugió en un despacho contiguo, donde se encontraba el educador social atendiendo a una madre y a su hija.

La ahora condenada entró en la estancia "y con la intención de causar un perjuicio físico" trató de agredir a la funcionaria, "rodeando la mesa por ambos lados". "Como no conseguía darle alcance, intentó subirse encima de la mesa del despacho lanzando los brazos para golpearle", se precisa. Finalmente, no logró pegar a la funcionaria al acudir en auxilio el vigilante de seguridad y el conserje del centro.

Ambos operarios impidieron el ataque, interponiéndose entre la acusada y la víctima. Pese a ello, según se insiste en el escrito, la acusada no cesó "en su comportamiento agresivo, atemorizando a la funcionaria con cortarle las orejas y que cuando la pillara se iba a acordar". Finalmente, el vigilante pudo sacarla del despacho.

La trabajadora social, según se reconoce en la sentencia, tuvo que acudir a un centro de salud donde los facultativos le diagnosticaron "ansiedad, siéndole prescrito tratamiento farmacológico".

Sobre la acusada, que asumió la petición realizada por la Fiscalía, pesa, además, la prohibición de aproximarse a la víctima, a su domicilio, a su lugar de trabajo y a cualquier otro lugar frecuentado por ella "a una distancia inferior a los 500 metros". También se le impide comunicarse con la trabajadora social "por cualquier medio" durante un periodo de tres años.