La cruzada que desde hace ahora siete meses viene protagonizando el Ayuntamiento de Málaga contra los actos incívicos y para hacer cumplir las ordenanzas municipales se traduce ya en la imposición por parte de la Policía Local de casi 3.600 sanciones.
De todas ellas, según el análisis realizado por EL ESPAÑOL de Málaga de los datos estadísticos que viene publicando desde finales del pasado mes de mayo el Consistorio, del orden de un millar recaen sobre negocios hosteleros.
En concreto, 1.048 multas contra establecimientos públicos que han incumplido determinados preceptos de la normativa, caso de permitir que el ruido en el interior del establecimiento trascienda al exterior por puertas y ventanas; realizar una actividad no ajustada a la licencia de apertura; no respetar los horarios de apertura o cierre, y por ocupación de vía pública.
Estas son, básicamente, las principales razones que hay detrás de las intervenciones policiales. El elevado volumen de penalizaciones registradas, que tienen curso para su cobro ante el órgano de recaudación municipal, Gestrisam, confirma la dimensión de la vuelta de tuerca que el Consistorio decidió dar pocas semanas después de que fuese confirmada la condena por su presunta "inacción" para evitar las molestias de ruido sufridas durante años por los vecinos de la Plaza Mitjana.
En este episodio, la Sala de lo Contencioso-Administrativo de Málaga del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) vino a confirmar la existencia de un "menoscabo" a los derechos a la intimidad personal y familiar y a la inviolabilidad domiciliaria de los residentes que impulsaron la acción contra el Ayuntamiento.
En su fallo, el tribunal llegó a acordar que se aplique una indemnización de 13.440 euros "anuales", extendiéndose la vigencia del pago desde agosto de 2018, para tres de los demandantes originales.
La sentencia de Mitjana, que se encuentra recurrida, supuso un antes y un después. Tras su publicación, el área de Seguridad reforzó de manera clara su papel de intervención, diseñando un dispositivo especial de vigilancia para “insistir en el cumplimiento de las ordenanzas de convivencia ciudadana, ruidos y ocupación de la vía pública”.
El concejal de Seguridad, Avelino Barrionuevo, argumentó en el inicio de la actuación que se hacía coincidiendo con la recuperación de la normalidad tras varios años con restricciones debido a la crisis sanitaria y un crecimiento de las actividades lúdicas en la vía pública.
Inicialmente se desplegó en las calles del casco antiguo, espacio geográfico que incluye un centenar de vías consideradas como Zonas Acústicamente Saturadas (ZAS), así como en determinadas vías de Teatinos y, más recientemente, en el entorno de Huelin.
"Las funciones son el control de las acciones que pueden ocasionar más molestias y generar más ruidos como el consumo de bebidas fuera de los establecimientos y de las terrazas, cantar, gritar, trascender la música fuera de los establecimientos, ocupaciones no autorizadas de la vía pública, la venta de alcohol fuera de horario, control de establecimientos y espectáculos musicales no autorizados", precisaron desde el Ayuntamiento.
La Policía Local sectoriza el Centro en cinco zonas de actuación prioritaria. La labor de calle se ve apoyada por el sistema de videovigilancia, mediante un visionado continuo y directo desde el Centro Municipal de Emergencias.
Siete meses después, el número total de expedientes es de 3.582. A los 1.048 ya mencionados a negocios hay que agregar otros 2.629 a personas. ¿Por qué motivos? Principalmente por realizar sus necesidades fisiológicas en la calle, con 1.074 sanciones, así como por cantar, gritar o producir ruidos molestos en la calle, con otros 600 expedientes.
La información detallada que viene aportando el Ayuntamiento permite conocer, por ejemplo, las zonas que concentran un mayor número de infracciones. En el caso de los expedientes por necesidades fisiológicas, el ranking de vías está claramente encabezado por Pito, con 227 multas, seguida de San Telmo, con casi un centenar. Ambas se encuentran localizadas en el casco antiguo.