El camino para que la multinacional Amazon disponga en Málaga de un gran centro logístico parece que se allana definitivamente. Tras varios años de espera y de una tramitación no exenta de problemas, la operación podría quedar vista para sentencia en los primeros meses de 2023.
Esta es al menos la previsión que manejan los responsables de la Gerencia de Urbanismo de Málaga tras el compromiso asumido por los promotores de la iniciativa de presentar antes de final de año el texto refundido del proyecto de urbanización. Un movimiento esencial para permitir su avance y la aprobación definitiva del documento por parte del Consejo de Urbanismo.
El concejal de Ordenación del Territorio, Raúl López, apunta incluso la posibilidad de que, si la parte privada cumple con la entrega de la documentación en los plazos previstos, los técnicos municipales puedan analizar el expediente en los primeros días de enero, pudiendo ser incluso objeto de aprobación a finales de enero. "En principio está ya todo desbloqueado", apunta López.
A la espera de que se ejecuten las nuevas instalaciones en la antigua Intelhorce, Amazon sigue funcionando de manera provisional en unas carpas instaladas años atrás en unos terrenos de Adif en Los Prados. Allí llegó a principios de 2019.
Aunque es Amazon el inquilino final de este nuevo proyecto, el promotor en calidad de propietario es la empresa aragonesa Montepino, que se hizo con la propiedad de 113.651,80 metros cuadrados en este espacio a principios de 2020. En aquel entonces se previó una inversión de 80 millones de euros y se apuntaba que el centro logístico estaría en funcionamiento a finales de 2021.
Superado este nuevo filtro, la empresa podría activar la petición de licencia para iniciar la urbanización del sector tras el verano del año que viene. Cabe la opción de que se pida licencia de obras para los edificios en el momento en que la urbanización alcance el 25%. Esto permitiría simultanear los trabajos. Desde ese momento, la intervención requerirá entre 10 y 12 meses de ejecución, lo que aboca la terminación a finales de 2024 o principios de 2025.
Los terrenos afectados por esta operación, situada junto a la fábrica de Mayoral, permiten una superficie bruta alquilable (GLA) de 18.464 metros cuadrados, a los que sumar otros 16.378 metros cuadrados para almacenes y 2.086 metros de oficinas. Igualmente se perfilan 60.000 metros cuadrados de suelo para aparcamiento y zonas verdes. La reserva prevista es de 769 plazas para vehículos ligeros.