Vio una bolsa junto a un contenedor de basura a las que decidió echarle un vistazo. Había un objeto que le interesaba, así que decidió recogerla y llevarla a su piso, en la cuarta planta de un edificio de Bailén-Miraflores (Málaga) para verla con más tranquilidad. Lo que no se esperaba es que en el interior de la bolsa también había una serpiente Rey de Florida de 1,20 metros de longitud que ya está custodiada por un serpentario, una instalación destinada a la cría y exhibición de serpientes en la provincia.
En cuanto vio al animal, la mujer llamó a su hijo para que cerrara bien la bolsa y llamara a la Policía Local. Tras el aviso, agentes del Grupo de Protección de la Naturaleza (Grupona) de la Policía Local de Málaga se trasladaron al domicilio para dar caza a la serpiente.
Los hechos ocurrieron el 9 de enero sobre las doce de la mañana. A su llegada, los agentes entrevistaron a madre e hijo, que les indicaron que el animal no era de ellos y que habían metido en una habitación la bolsa donde la encontraron. Así, habían sellado los bajos de la puerta con toallas para evitar que esta saliera.
Según explican fuentes policiales, la serpiente Rey de Florida es una especie alóctona e invasora. Su comportamiento extremadamente tranquilo y el hecho de que no sean venenosas ni peligrosas para el hombre hace que estas especies de serpientes no autóctonas resulten atractivas como mascotas de terrario, siendo las posteriores liberaciones o fugas por descuido de ejemplares mantenidos en domesticidad la causa de su proliferación en algunos lugares de España.
Esto representa, han indicado desde la Policía Local, "un serio problema para el ecosistema medioambiental, ya que carecen de enemigos naturales y, una vez se adaptan al medio, compiten con otras especies autóctonas a las que desplazan".
Un cerdo
Durante la misma mañana, el Grupona, junto a operarios del Centro Zoosanitario, también buscaron y localizaron un ejemplar de cerda vietnamita por las inmediaciones de la Finca de la Concepción, habiendo requerimientos con motivo de que a veces había cruzado la carretera, se había acercado hasta una zona de barbacoa o se había adentrado en la finca causando daños en la misma.
Una vez localizaron al animal, lo capturaron, para lo que necesitaron acorralarlo, dándole salida hacía un transportín en el cual terminó por introducirse, para ser trasladado hasta el Centro Zoosanitario, donde quedó a la espera, igualmente, de ser entregado a un centro especializado.