El Ayuntamiento de Málaga sigue estudiando el modo de corregir los importantes problemas de inundabilidad que históricamente genera el río Guadalhorce en la parte final de su encauzamiento. Justo cuando se cumple un año del arranque de las obras impulsadas por la Junta de Andalucía para corregir parcialmente este quebradero de cabeza, el Consistorio acaba de activar la contratación de un nuevo estudio.
El encargado de la licitación es el organismo Promálaga, que ha puesto en marcha el proceso para contratar una asistencia técnica que se encargue de realizar un análisis del drenaje y propuesta de soluciones de la margen izquierda del Guadalhorce desde el Arroyo Merino hasta la desembocadura.
El valor inicial es de unos 169.000 euros (IVA incluido), con un plazo de 10 meses. Las empresas interesadas tienen hasta el 13 de febrero para presentar sus ofertas. El equipo finalmente adjudicatario tendrá, también, que hacer una propuesta de intervención en forma de anteproyecto.
Según se precisa en el pliego de condiciones que rige esta iniciativa, el ámbito de estudio comprende todas las cuencas de la margen izquierda del Guadalhorce al sur del arroyo Merino, desde el límite con la cuenca del arroyo Merino hasta la desembocadura del Guadalhorce. Es decir, queda fuera del ámbito el arroyo Las Cañas (no su canal de pluviales paralelo por la margen derecha) y su correspondiente cuenca.
Esto implica que el área de estudio tiene una extensión aproximada de 855 hectáreas (100% zona urbana). Se trata de un área mayoritariamente urbanizada o pendiente de urbanizar, donde se encuentran gran parte de los parques empresariales de la ciudad. Entre ellos, el de más importancia es el polígono industrial Guadalhorce.
Se indica en el documento que las aguas pluviales de las zonas de estudio se evacuan principalmente al cauce de aguas bajas del Guadalhorce, al cajón de pluviales de la margen derecha del arroyo Las Cañas y al canal de la margen izquierda del río Guadalhorce. Los distintos vertidos al dominio público hidráulico facilitan la existencia de zonas con redes separativas de pluviales, lo que favorece que los diámetros de las tuberías sean relativamente pequeños. Las aguas residuales recogidas en las cuencas de estudio no son objeto del mismo.
La pretensión es que la empresa adjudicataria elabore un trabajo en el que fije las actuaciones de infraestructura de drenaje necesarias para garantizar la defensa de la zona en estudio contra las inundaciones que "recurrentemente" se producen por lluvias de intensidad media y alta. Deberá priorizar las soluciones que apliquen técnicas de drenaje sostenible, así como el cumplimiento de la legislación actual en materia de vertidos al medio receptor.
El adjudicatario realizará todos aquellos trabajos necesarios para la verificación de los datos suministrados: sistema de drenaje (tuberías, cajones, cunetas, canales…), puntos de vertido y red de viales y la toma de datos y levantamientos topográficos para corregir y/o completar la información, proporcionada por el responsable del contrato, así como su digitalización y puesta a disposición del Sistema de Información Geográfico (GIS) de EMASA.
Con este fin, establecerá un modelo hidrológico e hidrodinámico de la zona de estudio, mediante el que realizará un análisis de su funcionamiento y un estudio de diferentes alternativas de mejora, entre los que deberá elegir la más idónea. En base a la misma, redactará un documento completo que defina, calcule y valore a nivel de anteproyecto las infraestructuras necesarias para reducir los riesgos de inundación y para cumplir con la normativa de aplicación en cuanto a vertidos.