La Universidad de Málaga vuelve a encender la calefacción en sus facultades, laboratorios y centros administrativos. Tras meses en los que la institución ha estado aplicando un estricto plan de ahorro energético, con el objetivo de reducir el gasto, el rector de la institución, José Ángel Narváez, ha debido compadecerse del frío que alumnos, profesores y personal están pasando estos días, coincidiendo con una significativa bajada de las temperaturas.
Y justo el día en el que el termómetro de la estación del Centro Meteorológico, en las proximidades del campus de Teatinos, marcaba 6,2 grados a las 03:00 de la madrugada del lunes y unos escasos 12,6 a las 18:00 horas, ha anunciado una tregua a tanto ahorro, dando luz verde al encendido de la calefacción.
Por medio de una resolución comunicada a todo el colectivo universitario, Narváez justifica la maniobra en las condiciones meteorológicas actuales, "que afectan al bienestar de la comunidad universitaria, y a las condiciones en la que se prestan los servicios universitarios de estudio, docencia e investigación, y también de gestión y apoyo a los citados servicios".
Por este motivo, el Rectorado ha acordado "la suspensión temporal de las medidas que afectan a la prohibición del uso de la calefacción en los espacios e instalaciones universitarias, permitiendo su utilización, conforme a las recomendaciones de temperaturas, establecidas normativamente".
La resolución, en cualquier caso, tiene una fecha de inicio y final. Es decir, desde este mismo lunes se valida el encendido de la calefacción, permiso válido hasta el próximo 28 de febrero.
En la comunicación, el máximo representante de la UMA aprovecha la ocasión para agradecer la comprensión de todo el personal y de los estudiantes vinculados a la institución, y "el esfuerzo realizado para mantener las medidas de ahorro energético".
Esta iniciativa corrige parcialmente la adoptada a mediados del pasado mes de octubre, cuando la Universidad acordó una serie de medidas de ahorro energético en sus instalaciones, equipos técnicos e informáticos.
El plan incluía, por ejemplo, el apagado de los aparatos de refrigeración en todas las instalaciones, "salvo en aquellas que, por interés justificado, sean absolutamente imprescindibles". Así como la supresión temporal del encendido de aparatos de calefacción en todo el recinto universitario y el de luces e iluminación en aquellas instalaciones en las que se garantice, mediante luz natural, la visión adecuada.