La apuesta del Puerto de Málaga por ser cada día más verde y sostenible avanza. Y muestra de este compromiso es la adjudicación del proyecto básico para la construcción de una subestación eléctrica y para la implantación de sistemas OPS (On-Shore Power Supply) para suministro energético a los buques que atracan en el recinto malagueño.
El encargo recae en la empresa Ghenova Ingeniería, con un valor inicial de 43.750 euros (sin IVA), que dispone de un plazo de tres meses para elaborar los documentos técnicos, en los que será clave el análisis de costes.
¿Por qué es necesario este proyecto? Tal y como se reconoce en la memoria justificativa de la actuación, el transporte marítimo es uno de los medios de transporte más antiguos y ha ido evolucionando a lo largo de la historia. Es uno de los motores de la economía mundial ya que aproximadamente el 90% del comercio mundial se realiza por vía marítima debido a la capacidad de mover grandes cantidades de mercancías entre puntos muy alejados entre sí de una manera rentable y versátil.
Actualmente existen más de 121.000 buques, de los que 62.000 buques son mercantes, y movieron un total aproximado de 1.400 millones de GT. El transporte marítimo está creciendo actualmente más de un 3% de media en las últimas décadas, lo que hace que los puertos sean elementos decisivos para el comercio y por tanto para la economía local y global.
La evolución del tráfico marítimo mundial está estrechamente relacionada con la actividad portuaria, que no se limita únicamente al atraque-desatraque, sino a todos los servicios complementarios. "Los buques emiten una gran cantidad de gases durante el atraque debido a los motores auxiliares", se pone de relieve.
En el caso del puerto de Málaga, se encuentra integrado con la ciudad, por lo que la contaminación "no sólo afecta a la zona portuaria sino a los barrios colindantes". Una referencia importante si se toma en consideración el crecimiento que viene experimentando el tráfico de cruceros en la capital de la Costa del Sol y el interés por instalar servicio instalaciones de embarcaciones deportivas.
Aunque el transporte marítimo es un tipo de transporte poco contaminante y eficiente, "existen unas exigencias de descarbonización cada vez más elevadas por la legislación europea", con la que se pretende reducir el 55% de las emisiones efecto invernadero en el año 2030.
"Estas medidas son muy exigentes para el ámbito portuario y en concreto prestan relevante atención a las emisiones de los buques durante su estancia en puerto", se señala en el documento, en el que se subraya que para permitir la desconexión de los motores auxiliares de los buques se hace necesario desplegar una infraestructura de suministro eléctrico a buques desde tierra (Cold Ironing).
"Para conseguir los objetivos planteados es necesario dotar al recinto portuario de un suministro fiable y con capacidad para suministrar electricidad no solo a los buques comentados sino a todas las empresas, instalaciones fijas actuales y futuras que se prevén implantar en el Puerto de Málaga en los próximos años", se destaca.
Y esto obliga a construir una subestación eléctrica que proporcione la potencia necesaria. Según la empresa distribuidora, actualmente se puede realizar una solicitud de 60 MW máximo, "pero la intención es dimensionar la subestación para la mayor potencia que pueda necesitarse en un futuro por lo que se estima que la subestación debe estar preparada para potencias superiores a valorar en el estudio de alternativas a realizar".