Urbania se queda, de momento, sola y como única aspirante a comprar las torres de Málaga en los antiguos suelos de Repsol. Según ha podido saber EL ESPAÑOL de Málaga, es el único de los cinco licitadores que ofertaron por los aprovechamientos municipales en el sector que se mantiene en el concurso, respondiendo de este modo a las exigencias realizadas por el Ayuntamiento.
Los otros cuatro, Stoneweg, Acciona, Single Home y Exxacon, han optado por echar pie a tierra. Aunque sin dar nombres, el concejal de Ordenación del Territorio, Raúl López, sí ha confirmado este miércoles que de las 17 propuestas que se formularon para los cinco lotes en los que se han dividido los activos sólo permanecen cinco.
¿Implica esto que Urbania va a ser la adjudicataria de las torres? No de manera automática. Antes, los técnicos municipales han de analizar la documentación enviada por la promotora y confirmar que la decisión de seguir adelante en la operación de compra se produce sin condicionante alguno.
Superado ese proceso, la Gerencia de Urbanismo deberá convocar nuevamente la mesa de contratación encargada de este concurso. No parece, en cualquier caso, que ello vaya a ocurrir de manera inmediata. Será a partir de ese momento cuando se conozcan, por ejemplo, los parámetros económicos de la enajenación, que tiene un precio de salida de 43 millones de euros (sin IVA).
Lo que sí se sabe de la oferta de Urbania es el diseño de las futuras edificaciones. Muestra de la apuesta realizada por la promotora es que ha contado para el proyecto arquitectónico con el trabajo de los estudios BIG (Bjarke Ingels Group), Toyo Ito y Morph. Cada uno de ellos ha dado forma a una de las torres, que tienen capacidad para un máximo de 528 viviendas de renta libre.
Diseños espectaculares para las torres
Las imágenes dan buena muestra de la espectacularidad de los inmuebles imaginados, en los que destaca la incorporación de la vegetación como un elemento más. Con esta operación, la empresa trata de subrayar su apuesta por el desarrollo de la capital de la Costa del Sol.
El anteproyecto, liderado por destacados arquitectos e ingenieros de reconocido prestigio internacional, plantea la extensión del futuro bosque urbano hacia las torres, mediante la integración de elementos vegetales en la edificación y el uso de estrategias comunes de diseño y de sostenibilidad.
El estudio de arquitectura danés BIG, Bjarke Ingels Group es el responsable de la torre residencial de la parcela P2, sobre la que se podrán levantar 32 plantas de altura. La misma se basa en un concepto de villas dispuestas en vertical. Para ello, el diseño amplía la huella del edificio en las plantas superiores, en las que se configuran terrazas a doble altura con una frondosa vegetación.
BIG firma algunos proyectos icónicos como la Torre 2 del World Trade Center de New York, que viene a completar el entorno de la conocida Zona Cero de los atentados. También es el autor de Oceanix Busan, en Corea del Sur, considerada la primera ciudad flotante del mundo preparada para el cambio climático. En la actualidad, BIG colabora además con la NASA, a través de Icon, una compañía de impresión 3D, para el proyecto Lunar Latern, para la construcción de edificios modulares en la Luna.
Toyo Ito, premio Pritzker en el año 2013, considerado uno de los arquitectos más influyentes del mundo, ha estado a cargo del proyecto de la parcela P6 (28 plantas) junto al estudio B720, despacho liderado por Fermín Vázquez, profesor de la escuela de Arquitectura del IE de Madrid y autor de reconocidas obras arquitectónicas expuestas en el MOMA de New York o el Centro Pompidou de París.
El tándem ha apostado por distinguir tres volúmenes cúbicos que se expanden de forma regular en altura, y son recorridos por grietas de vegetación con un ecosistema propio. El edificio, que representa los valores mediterráneos, ubica las viviendas de mayor tamaño en las plantas superiores y propone la que podría ser la mayor cubierta de placas solares fotovoltaicas, para producir energía eléctrica, en un edificio residencial del sur de Europa.
Las parcelas P3, P4 y P5 han sido desarrolladas por el despacho madrileño Morph, con el arquitecto César Frías a la cabeza. La torre residencial (P3) con 30 plantas de altura, imita a la ceiba, un árbol que se ensancha y se retuerce de manera orgánica, generando una atractiva forma curva. La torre funciona como una estructura vegetal que se alimenta del sol mediante placas solares, almacena el agua de la lluvia y florece en función de las estaciones, lo que da lugar a un juego cromático.
La edificación comercial (Parcelas P4 y P5), que genera un zócalo de cuatro plantas, se ha bautizado con el nombre de Hedera, la especie botánica conocida popularmente como hiedra, y completa el planteamiento vegetal del complejo bajo los mismos principios.