Por primera vez en los últimos 40 años del servicio de limpieza de Málaga, los alrededor de 1.500 trabajadores de la empresa municipal Limasam han tenido que cumplir una serie de objetivos en materia de productividad para cobrar íntegramente los cerca de 1.480 euros que tienen asignados como paga extraordinaria de enero

La introducción de esta variable, que se suma a la del absentismo, que ya se aplicó en 2022, fue una de las exigencias del alcalde, Francisco de la Torre, para ir adelante con la municipalización de la compañía. Ha habido que esperar unos dos años y medio para que se haga efectivo este control sobre la plantilla.

¿Y cuál ha sido el resultado? De acuerdo con los datos conocidos por el EL ESPAÑOL de Málaga, apenas un 1% del conjunto de operarios evaluados ha sido penalizado con la pérdida del 30% de la paga de enero por no alcanzar la nota requerida en materia de productividad. 

Es decir, 16 trabajadores que, de acuerdo con la examen realizado por sus mandos, no han cubierto las exigencias mínimas que les hubiesen hecho merecedores de percibir ese 30% de la paga. La repercusión sobre el conjunto de la plantilla es de algo menos de 7.000 euros.

Fuentes consultadas por este periódico admiten que el dato es llamativo, si bien lo justifican en dos elementos clave: primero, que son los mandos los que ponen nota a los operarios; segundo, que con el simple hecho de sacar un 5 ya ingresan el 30% de la paga extraordinaria. Bien es cierto que, en esta misma proporción, si suspenden pierden el derecho a cobrar esa cantidad. 

Tomando como punto de partida estos datos, la valoración que desde Limasam se hace de la labor de sus trabajadores es excelente. Para medir esta labor se pactaron unas obligaciones mínimas. De un total de 100 puntos, 60 quedan repartidos a partes iguales a la calidad de trabajo realizado; a la cantidad del trabajo realizado, y a la capacidad, habilidad y conocimiento para realizar el trabajo

A estos preceptos se suman otros cuatro, cada uno de ellos valorados con 10 puntos: puntualidad y acatamientos de las normas; esfuerzo y responsabilidad demostrados en la realización del trabajo; colaboración con compañeros, mandos, clientes o usuarios, corrección en el trato y actitud de personalidad favorable al trabajo; y uniformidad.

Las faltas crecen

Si bien la novedad de este año es la aplicación del concepto productividad en la paga de enero, no es la única variable que se toma en consideración a la hora de abonarla o no íntegramente. De hecho, en total hay unos 330 operarios de la empresa de limpieza que han visto recortados sus emolumentos de enero de manera sensible, con un ahorro para la empresa municipal de unos 53.000 euros.

De todos ellos, unos 315 se han visto afectados con la pérdida del salario debido al absentismo; es decir, por acumular un número de faltas sin justificar. El dato crece de manera clara respecto al de 2022, cuando fueron unos 200 trabajadores afectados.

El crecimiento se debe, según fuentes consultadas, a que en esta ocasión a que muchas de las bajas que en el ejercicio anterior no computaban por estar relacionadas con la Covid, en esta ocasión sí aparecen registradas, en buena medida porque no en todos los casos se determina su relación con el coronavirus. 

Conforme al convenio laboral que pesa sobre Limasam, de la paga de enero un 70% está vinculado al absentismo. No obstante, en la reducción de la paga se aplican una serie de porcentajes de acuerdo con las ausencias no justificadas.

Así, a partir de la primera "causa" se deduce un 10% del importe establecido; para cada causa siguiente se deduce un 5%, por cada uno de ellos, adicional hasta un tope del 30% de deducción. Tras alcanzar este porcentaje, por cualquier otra causa "dejará de percibir el 100% del importe establecido". Se aclara que no son consideradas causas las dos primeras bajas por enfermedad común.

 

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