Casi tres años pasan del momento en que se reactivó la transformación de la vieja fábrica de ladrillos de Málaga, Salyt, en un gran parque comercial. Y casi tres años después, esta importante operación urbanística, que contempla una inversión próxima a los 35 millones de euros, sigue sin despegar del todo.
Pese a la demora, los promotores de la iniciativa, de la mano del Ayuntamiento, parecen avanzar ya sí de manera definitiva en la tramitación urbanística final necesaria para poner en marcha la maquinaria.
A la concesión la semana pasada de la licencia para acometer la demolición de las antiguas instalaciones se sumará, previsiblemente la semana que viene, la aprobación por parte del Consistorio del avance del Proyecto de Reforma Interior (Pri).
Esta es una de las nuevas figuras recogidas en la Ley de Impulso para la Sostenibilidad del Territorio de Andalucía (LISTA), que abre la puerta a una simplificación importante en los procedimientos burocráticos.
Desde el momento en que tenga lugar esta aprobación, la empresa responsable del proyecto, Ediffisa, estará en condiciones de presentar el Proyecto de Reforma Interior, lo que permitirá poner en marcha el proceso de estudio y elaboración de los informes sectoriales.
Hay que recordar que esta iniciativa empresarial cuenta con el favor de la Junta de Andalucía, que a finales de septiembre de 2022 acordó incluirla en una Unidad Aceleradora de Proyectos de Interés Estratégico. Es la misma herramienta que en su momento se empleó para acortar los plazos del tercer hospital de Málaga o de la futura ampliación del Centro Comercial Plaza Mayor y del outlet McArthurGlen.
Es de suponer, por tanto, que este aval hará que los informes correspondientes a organismos autonómicos sean mucho más rápidos. Incluso, no se descarta que por la naturaleza de la intervención, que incorpora la ejecución de zonas verdes y una reordenación de la movilidad en el entorno de la Avenida Valle Inclán, no sea precisa la declaración ambiental.
En este escenario, fuentes próximas al proyecto apuntan la posibilidad de que dentro del último trimestre del año se haya completado todo el procedimiento administrativo y se esté en disposición de arrancar los trabajos en el sector.
Y desde ese momento, dentro de la primera mitad de 2024 sería posible ver al mismo tiempo obras de urbanización y de las edificaciones de los diferentes operadores comerciales que se van a instalar en este parque de medianas. Conforme a este calendario, no es descartable que el centro comercial de la antigua Salyt sea una realidad en el segundo semestre del año que viene.
Futuros operadores
Si bien las fuentes guardan cautela respecto al nombre de los futuros operadores comerciales, sí avanzan que se espera que haya uno o dos de alimentación, zona de restauración y un espacio de bricolaje.
Tomando como referencia los datos oficiales de la intervención, se espera que esta operación pueda generar la contratación de entre 300 y 350 puestos de trabajo directos y otros tantos indirectos. La superficie comercial minorista tendrá unos 21.730 metros cuadrados de techo, muy por debajo de los 49.116,60 que tiene autorizado el sector.
El desarrollo será completado con la disposición de 982 plazas de aparcamiento, 478 de ellas bajo rasante y otras 572 en superficie. Los términos pactados entre la Gerencia de Urbanismo de Málaga y Edifissa incluyen la ejecución de una serie de cargas en materia de infraestructuras en la zona.
Es el caso de la apertura de una calle externa para mejorar la conexión de la zona con la Avenida Valle Inclán. A estas se agregan numerosas conexiones peatonales para mejorar la permeabilidad del terreno.
Dentro de estas cargas que tienen que asumir los promotores, destaca la cesión para zonas verdes del 14% del suelo, lo que equivale a 7.334 metros cuadrados. Una superficie situada en la corona superior de la parcela. También se cederá un terreno de 877 metros cuadrados para uso dotacional público, y otros 6.611 metros para sistema local viario.