Casi 20 años después de que la Junta de Andalucía pusiera sobre la mesa la construcción de 50 viviendas de protección oficial (VPO) en el barrio de El Perchel, en Málaga capital, la operación parece avanzar.
Y todo ello después de que el Ayuntamiento aprobase hace un par de semanas de manera inicial el estudio de detalle mediante el que se ordena la futura edificación, que se levantará en una parcela de la calle Cerrojo y sobre restos arqueológicos de época musulmana.
De hecho, la presencia de estos vestigios, entre los que destacan elementos pertenecientes a una factoría de salazones, así como los elementos de trama musulmana, ha sido elemento crucial en esta operación, hasta el punto de que el proyecto de intervención definitivo ajusta la disposición de los aparcamientos en un semisótano y los pilares de la construcción para que no afecten a los restos.
La lectura de la documentación contenida en el estudio de detalle permite comprobar cómo con el transcurrir de los años la exigencia emitida por la Consejería de Cultura para que los hallazgos no sólo fuesen conservados, sino que también fuesen adecuados para su observación, quedó rebajada de manera sensible.
Conforme a los informes recogidos, a mediados de 2007, Cultura resolvió que los restos arqueológicos fueran integrados en el solar, incluyendo "el mantenimiento y consolidación en el lugar del descubrimiento que posibilite su observación, contextualización y comprensión".
Pero en el mismo informe se apunta que la decisión de "musealizar" estos hallazgos "a costa de AVRA tenía unos costes totalmente inasumibles, y la promoción de viviendas sociales en el centro de Málaga, destinada a un colectivo altamente necesitado, quedaría sin desarrollar, con la negativa repercusión para un barrio necesitado de mejoras como es el de Trinidad Perchel".
Casi cuatro años después, el 10 de octubre de 2011, Cultura elabora otra resolución modificando la previa del 26 de noviembre de 2007. En la misma, no sólo acota la zona a excavar (inicialmente se habló de todo el solar), sino que además "prescinde de la musealización". La citada actividad arqueológica fue realizada por la empresa Arqueosur S. L. entre marzo y junio de 2012.
La realidad, claramente constatada en el expediente, es que a día de hoy la promoción residencial sigue sin estar plenamente desbloqueada. Aunque se empiezan a dar pasos claros. La parcela sobre la que se desarrollará tiene una superficie de 2.258 metros cuadrados.
Hace casi un año, los responsables del Gobierno andaluz en Málaga pusieron en valor la apuesta en esta promoción por una arquitectura marcada por la pandemia de la Covid, al insistir en la generación de balcones y terrazas.
El proyecto elaborado por Luis Machuca, el mismo arquitecto responsable de la rehabilitación del Caminito del Rey, destaca por el aprovechamiento de la cubierta del futuro inmueble. En su parte superior quedarán habilitados solárium individuales para los 50 futuros inquilinos de esta promoción a precio asequible. El coste estimado en ese momento era de unos 5,5 millones de euros.