Las hermanas Salvador se llamaban Pilar y Asunción, pero los que la conocían se dirigían a ellas como Pili y Choni. Pilar tenía 89 años y Asunción 78, pero la realidad es que todos los vecinos coinciden en que Pilar aparentaba mucha menos edad porque solía ir siempre con el pelo muy arreglado. Hay quien matiza que tenía "mucha gracia" para peinarse su cabello rubio y que siempre iba muy bien vestida y maquillada. El pasado miércoles por la mañana, al filo de las 9.20 horas, ambas fueron halladas sin vida en el piso que compartían, situado en la calle Pintor Berrobianco Meléndez.
Hasta el momento se desconocen los resultados de la autopsia. Estos serán los que revelen las causas de la muerte de ambas ancianas, pero la primera hipótesis de la Policía Nacional es que el fallecimiento de las dos se produjera por causas naturales y en muy poco tiempo de diferencia. Según ha podido saber este periódico, una fue hallada en la cocina y otra en el pasillo, junto a su "carrito".
Vecinos y comerciantes de tiendas de la zona donde solían acudir a comprar cada cierto tiempo están consternados con la muerte de las hermanas, que eran muy conocidas. Todos coinciden en que eran personas muy educadas y buenas, pero con una personalidad bastante "especial", especialmente Choni. "Eran muy desconfiadas y no dejaban entrar en casa ni a su gente de confianza", explica alguien que las conocía, bastante impactada aún por las dos muertes.
Así, algunos conocidos destacan la actitud depresiva que ha tenido siempre Choni, que había empeorado en los últimos meses. Las veían "solas y tristes, casi sin salir de la cama", solo para comprar lo básico y acudir a sus citas médicas. A una de ellas la habían intervenido de la cadera recientemente y "los problemas en los huesos" era algo que ambas compartían.
"Hablar con Choni era hablar con la tristeza, era ponerte mala. Mencionaba el Covid, la guerra, las enfermedades... En más de una ocasión había comentado que tenía ganas de morirse. Creo que Choni transmitió esa negatividad a su hermana, que sí que solía salir mucho a merendar con las amigas y eso", comenta una vecina.
De hecho, esta misma persona les recomendó que con sus pensiones contrataran a alguna persona que les limpiara la casa y les diera conversación para sentirse acompañadas, pero ambas se negaban. Ninguna tenía hijos, pero sí sobrinos, según cuenta el vecindario. Pilar era viuda y Asunción, soltera.
Según el relato de los vecinos, Pilar residía con su pareja en Miraflores de los Ángeles, pero al fallecer su marido se compró una vivienda cerca de la casa de José y Asunción, a los que visitaba con mucha frecuencia, hasta el punto de que cuando este falleció decidió vender su casa y convivir con Choni. También apuntan que los Salvador tenían esa vivienda desde hace muchísimo tiempo. "Cuarenta años perfectamente, llevan aquí toda la vida", añaden. En el buzón permanece el nombre de los tres aún.
Pilar siempre fue ama de casa según las fuentes consultadas, pero Choni trabajó en la oficina de un almacén de productos de electricidad. Al parecer, dejó su trabajo para cuidar de sus padres, que fallecieron muy mayores. Por su parte, José siempre trabajó en Sevillana, la actual Endesa.
En una panadería junto a la vivienda recuerdan a las hermanas con una sonrisa. "Siempre solían ir juntas. Yo creo que la última vez que pasaron por aquí fue la semana pasada precisamente. Hacía tiempo que no las veía y me dio mucha alegría, porque como una estaba regular si venían era por separado. Me encantaba especialmente una de ellas [Pilar] porque siempre iba guapísima y muy arreglada aunque fuera a comprar el pan", cuentan desde el establecimiento.
"Es una lástima lo que les ha pasado, yo aún no me lo creo. Yo llamé a Choni varias veces desde Semana Santa y a mí no me cogía nunca el teléfono. La última vez que hablamos me dijo que nos quería muchísimo y que éramos todos muy buenos, pero eso no era raro en ella. Cuando hablábamos solía decir esas cosas. Pero vamos, ninguna tenía ilusión por nada, ni por hacer la comida, ni por tan siquiera dar un paseo... Una lástima", lamenta una amiga.