La gran reforma proyectada para el mercado de Bailén queda, definitivamente, suspendida. Ni una sola de las siete empresas que ofertaron en su día a la adjudicación de esta obra, valorada en casi 1,9 millones de euros, ha mantenido su oferta original, obligando al Ayuntamiento de Málaga a declarar desierta la licitación.
El motivo esgrimido desde la Casona del Parque, tal y como se recoge en el acta de la mesa de contratación de finales de abril, es que "no existen más licitadores de acuerdo con el orden de clasificación aprobado".
El expediente, que ha podido ser consultado por EL ESPAÑOL de Málaga, relata cómo desde la primera de las firmas propuesta para la contratación, al ser la mejor valorada, Estudios y Ejecuciones, hasta la última de ellas, Sociedad Andaluza de Servicios Múltiples, han renunciado al encargo, aduciendo que debido al tiempo transcurrido entre la presentación de la oferta y el requerimiento de documentación, "ha decaído la vigencia de su oferta".
En este escenario, no parece que el área de Comercio, como promotor de la actuación, tenga otro camino que, una vez constituida la nueva Corporación municipal tras los comicios municipales del 28 de mayo, activar un nuevo concurso para adjudicar estas actuaciones.
La intervención programada en el zoco del distrito Bailén-Miraflores busca reformar un mercado inaugurado en el año 1964 y que se encuentra en una situación "complicada", dado el "decaimiento" que, en términos generales, afecta en los últimos años a los mercados municipales.
En el caso del edificio de Bailén, se detecta una disminución en su flujo comercial, aumentando el número de bajas de puestos ocupados. Por este motivo, se apuesta por plantear nuevas fórmulas que permitan revitalizar estos edificios.
Con este fin, se plantea reubicar los puestos que quedan en uso y que se encuentran dispersos a ubicaciones vacantes, concentrándolos para poder agrupar los puestos sin uso en zonas y darles usos alternativos.
La idea es crear una zona de restauración y/o de relación social entre el vecindario "enfocando el mercado como un punto de encuentro y de interacción social generando un flujo de usuarios que potencie a su vez la actividad comercial de los puestos".
A esto se suma la apuesta por "realzar" la presencia del zoco en el propio barrio, dándole un "aspecto más moderno y destacándolo entre los edificios medianeros, de 9 plantas de altura". Con la nueva distribución se configura un espacio diáfano tras la fachada principal con 280 metros cuadrados. Será este punto donde se ubicará el área de restauración, "abriendo la fachada principal con grandes ventanales hacia la calle para dar luz al interior y permitir las vistas".
En la zona se situarán dos quioscos para restauración que albergarán los dos bares de los que actualmente dispone el mercado. Para evitar la reverberación del sonido, se ha proyectado una pérgola con lamas de fonoabsorbentes fabricadas con material reciclado que atenuará y acondicionará acústicamente la nueva plaza interior.
El otro espacio diáfano se ubicará en una zona más cercana a las entradas por la calle Natalia y será de uso polivalente para diferentes actividades del mercado, incluso del barrio, "potenciando así la ampliación de los horarios de uso del propio mercado".