El crucero Marella Voyager se ha bautizado esta noche en Málaga tras dos días de estancia en el puerto de la capital. Sobre las doce de la noche, como colofón final de su visita, la compañía británica ha lanzado fuegos artificiales antes de partir hacia su siguiente destino, causando el malestar de los malagueños.
Decenas de vecinos se han asomado a las redes sociales pasada la medianoche para conocer de dónde venía el sonido. Muchos de ellos creían que podían estar relacionados con la victoria del Sevilla, que ha llegado casi a la misma hora, pero la realidad es que todo era por el bautizo de la embarcación inglesa.
La decisión de la compañía de lanzar fuegos artificiales no ha gustado a los malagueños, especialmente a los que tenían animales en casa, que critican el uso de pirotecnia por los efectos que provoca en los peludos de la casa.
No será el único bautizo esta semana. El sábado, con el Scenic Eclipse II, de la naviera Scenic, hará lo propio en la Terminal del Palmeral. Este buque visitó el puerto por primera vez en abril y ahora, después de una serie de travesías de exploración por destinos mediterráneos, será oficialmente bautizado.
La científica de la NASA Kathy Sullivan será la madrina de esta embarcación de grandes dimensiones, que cuenta, por cierto, con 168 metros de eslora y que tiene una capacidad para albergar hasta 228 pasajeros, además de contar con dos helicópteros y un submarino para excursiones personalizadas.