El desembarco definitivo de Google en el Paseo de la Farola de Málaga sigue su particular cuenta atrás. Mientras el exterior del antiguo Gobierno Militar, edificio alquilado por la multinacional, presenta ya un aspecto impoluto, de casi estreno, en el interior los operarios avanzan en la terminación de todos los retoques para garantizar la puesta en marcha del Centro de Ciberseguridad en la parte final del año. En concreto, a la espera de una mayor concreción, la previsión es que la apertura de puertas formal tenga lugar en octubre o noviembre de este ejercicio.
Este, al menos, es el calendario manejado desde Google, confirmando el impulso que se está dando a una operación de especial trascendencia para el peso tecnológico de la capital de la Costa del Sol.
La relación de Málaga con Google, aunque anterior en el tiempo, se ha visto claramente fortalecida por el anuncio realizado a principios de 2021 por la tecnológica de abrir en la ciudad un espacio desde el que ofrecer formación, charlas, talleres y mentorías sobre ciberseguridad, además de investigación y desarrollo de producto.
Una apuesta de impacto más que considerable para la imagen internacional de la capital malagueña que tiene en Bernardo Quintero y en VirusTotal su principal germen. De hecho, ha contado el propio Quintero que una de las razones clave en la decisión de la multinacional de asentarse a escasos metros del puerto fue el atardecer visto desde el Paseo de la Farola.
La labor, no obstante, se está alargando en el tiempo dada la complejidad de un proyecto urbanístico que obliga a mantener buena parte de una vieja edificación que se encontraba en "muy mal estado". El propio expediente sobre el que se sustentó la concesión de la licencia de obras ponía de relieve estos evidentes problemas de conservación.
En la solicitud del permiso de obras se llegó a afirmar que el inmueble se encontraba en un estado "asimilable a una ruina técnica por el peligro que corre la conservación de las fachadas y el volumen del edificio".
Y muestra de ello fue la existencia de un informe previo de Cemosa, realizado en 2017, en el que se advertían patologías estructurales relacionadas con espesores insuficientes en las armaduras, corrosión de éstas y diversos tipos de humedades. Anomalías que se mantenían en 2020, cuando fue redactado otro informe de esta misma consultora especializada.
La debilidad de la edificación obligó a apuntalar la fachada, extraer todo el interior y crear la estructura casi de la nada. El permiso de obra fue otorgado en mayo de 2021, fijándose la finalización de los trabajos para finales del pasado mes de octubre.
La previsión es que el edificio del Paseo de la Farola acoja inicialmente al equipo de VirusTotal, actualmente asentado en un edificio de la Universidad de Málaga, con unos 40 trabajadores. En esa startup de ciberseguridad está la clave del aterrizaje de Google en Málaga, allá por 2012, cuando se convirtió en la segunda empresa española comprada por el titán estadounidense.
Casi una década después, a inicios del año pasado, el anuncio de la gran apuesta por un nuevo centro supuso un antes y un después en la manera de contemplar la capital de la Costa del Sol desde el exterior. De hecho, desde ese momento, son numerosos los anuncios de otras tecnológicas que han elegido la ciudad en la que nació Pablo Ruiz Picasso para aterrizar.
En el caso de Google, tal y como se informó en su día, el centro de ciberseguridad era una pieza dentro de un plan más ambicioso a nivel nacional, que incluía una inversión de 650 millones de dólares durante cinco años. ¿El objetivo? Acelerar la transición digital de España.
Poco o nada tiene que ver el origen del antiguo Gobierno Militar con el uso que va a pasar a tener en los próximos meses. Construido en 1950 ha estado sin uso desde 1990. Hasta 2018, era propiedad del Ministerio de Defensa, quien activó su subasta mediante una convocatoria pública. Finalmente, fue la entidad Antonio González Servicios Inmobiliarios y Financieros la que lo adquirió tras desembolsar 4,5 millones de euros.
El edificio se levanta sobre una parcela de 1.000 metros cuadrados. Cuenta con planta baja más tres alturas; la planta baja y el primero, ambos de 631,13 metros cuadrados; la segunda, con unas dimensiones de 597,11 y la última, de 202,66 metros.