Casi 90 años después de que se iniciara su construcción, el Banco de España pone en marcha una ambiciosa y cara obra de reforma de su edificio principal en Málaga. El inmueble, que cuenta con protección arquitectónica, va a ser objeto de una potente labor de modernización de sus instalaciones, así como la creación de espacios para conferencias. Muestra de la envergadura de la operación es que la inversión inicialmente estimada ronda los 5,6 millones de euros (IVA incluido), siendo el plazo de ejecución de 15 meses.
Tomando como referencia los detalles contenidos en el pliego de condiciones que rige el concurso, las empresas interesadas en hacerse con este encargo tienen hasta el 8 de septiembre para presentar sus ofertas.
El edificio, diseñado por el arquitecto José Yarnoz Larrosa entre 1933-36 e inaugurado en 1936, es de estilo neoclásico, destacando el pórtico hexástilo de orden corintio que hay en el acceso, "acorde con la imagen simbólica y estable de una sede bancaria y con la arquitectura de los años 30".
Ubicado en el Centro Histórico, en pleno paseo del Parque, entre el Ayuntamiento y la Universidad y con la Alcazaba detrás, el inmueble se encuentra en un buen estado de conservación tras haber sido objeto de varias intervenciones en sus fachadas y en sus instalaciones.
No obstante, desde el Banco de España se justifica la necesidad de desarrollar esta intervención en que las instalaciones de la sucursal de la capital de la Costa del Sol presentan un nivel de obsolescencia elevado, ya que poseen una antigüedad, en algunos casos, superior a 30 años.
"Esta antigüedad implica un bajo rendimiento de la instalación, una reducida eficiencia energética y una muy baja fiabilidad, con frecuentes averías que generan problemas de confort y daños sobre el edificio", se señala en la documentación oficial, en la que se defiende la necesidad de renovar las instalaciones por otras más eficientes energéticamente y respetuosas con el medio ambiente.
A este primer objetivo se suma la idea de dotar a la sucursal de salas de reuniones y conferencias para uso institucional de las que carece actualmente, así como garantizar la accesibilidad a estas nuevas salas. También se requiere una adecuación de las instalaciones de protección contra incendios.
Cuenta con 4.871 metros cuadrados construidos, que se dividen en planta baja, tres alturas y una planta sótano. Es en esta última, con 1.174,95 metros, donde se localiza la cámara acorazada. Una de las particularidades del edificio es que en sus plantas primera y segunda hay delimitadas varias estancias. En concreto, en la planta primera hay dos viviendas, que cuentan con una superficie total de 703,8 metros.
Atendiendo al pliego de condiciones, en el conjunto de plantas se quiere acometer una labor importante de renovación de pavimentos, adecuación de paredes, instalación de nuevos falsos techos, colocación de nuevas luminarias y sistema de climatización, nuevas puertas… También se crearán nuevos vestuarios para los 20 empleados y para los agentes de la Guardia Civil.
En la planta segunda se pretende generar nuevos espacios, con una zona pública en la que habrá una sala de conferencias para 50 personas, así como otras salas de reuniones para 20 y 10 personas.