A la espera del desenlace de la venta de sus tres torres de hasta 32 plantas en los antiguos terrenos de Repsol, el Ayuntamiento de Málaga sigue moviendo sus piezas en el actual tablero inmobiliario de la capital de la Costa del Sol. La jugada más inmediata tiene como protagonista una bolsa de suelo localizada junto a los bloques de 21 plantas que ya construyen Metrovacesa y Sierra Blanca en el litoral oeste, que volverá a ser puesta en el mercado por un precio algo superior a los 9,1 millones de euros (sin IVA).
Su localización es estratégica, al formar parte de la que muchos han bautizado como nueva milla de oro de Málaga, dada la confluencia de varias de las mayores operaciones residenciales de la ciudad, con Torre del Río y Térmica como principales exponentes.
La Gerencia de Urbanismo repite de este modo la estrategia ya utilizada el pasado mes de febrero, cuando activó por vez primera la subasta de estos aprovechamientos. El resultado logrado no fue el deseado, dado que la única oferta presentada fue rechazada por falta de documentación.
Las condiciones de venta fijadas para el concurso de enajenación, que se pretende activar a lo largo del próximo mes de septiembre, no varían respecto a lo recogido en la primera convocatoria. El precio, dado que la subasta se repite dentro del mismo año, se puede mantener intacto, ajustándose a la valoración realizada en su día por los técnicos municipales.
Más tiempo para presentar las ofertas
Lo que sí cambia es el plazo que se va a dar a los potenciales compradores para presentar sus ofertas. Frente al mes escaso que se fijó en el concurso previo, en esta ocasión se va a dar un margen de tres meses, de manera que las firmas dispongan de más tiempo para analizar los detalles de la operación y pujar por ella.
Tampoco se alteran las condiciones urbanísticas del suelo. Con una superficie de 2.182,07 metros cuadrados, el planeamiento vigente permite un techo edificable de 8.593,46 metros cuadrados, a materializar en un bloque de un máximo de 11 plantas. Y en cuanto al uso, se mantiene la idea de que o bien sea destinado a hotel o a uso terciario.
Esta es una de las particularidades que tiene este aprovechamiento, que cuenta con doble calificación urbanística. Por un lado, una parte zonificada con ordenanza de ordenación abierta, denominada parcela 1.2.B que tiene 1.074,74 metros de superficie y en la que puede realizarse una construcción de 8.593,46 metros de techo para uso terciario/hotelero. Y de otro, otra calificada como zona verde privada denominada parcela 1.2.D de 1.107,33 metros y que rodea a la anterior.
Tomando en consideración los detalles recogidos en el pliego de condiciones administrativas anterior, el elemento único y esencial en el estudio de las ofertas futuras es el valor económico. Es decir, que será la oferta más elevada la que se lleve el aprovechamiento municipal en este espacio.
El peso económico de esta operación es relevante en las cuentas del Consistorio malagueño. Muestra de ello es que ya en el presupuesto vigente se incluye una previsión de ingreso de 8 millones como resultado de la venta de los suelos de Torre del Río, dinero que obligatoriamente se van a tener que trasladar al ejercicio presupuestario de 2024.
Algo semejante puede ocurrir con los casi 11 millones que pretendía recoger por la enajenación de los terrenos de Repsol, claramente afectadas por el contencioso judicial interpuesto por Bosque Urbano. De hecho, a día de hoy son más las dudas que las certezas que pesan sobre este proyecto. El principal interrogante es si Urbania, única empresa que se mantiene en la puja, mantendrá su oferta por los activos, que asciende a unos 66 millones de euros (IVA incluido).