20 de marzo de 2016. El Palo B y el Alhaurín de la Torre C.F disputaban un encuentro en el estadio nuevo San Ignacio donde los goles, como en otro cualquiera, iban a ser los protagonistas, pero no fue así. Uno de los jugadores del filial paleño tuvo "una actitud desmedida de agresividad hacia el rival, a quien amenazó de muerte en varias ocasiones" durante el partido, según el escrito judicial al que tuvo acceso EL ESPAÑOL de Málaga. Entre otras amenazas el jugador del equipo de la capital insistía al alhaurino: "¿Ves los minutos?, cuando pasen los minutos te mato, nos vamos a ver fuera, te esperaré".
La agresividad del jugador paleño fue cada vez a más, hasta el punto de acabar derribando sin balón a su contrincante. El árbitro le sacó tarjeta amarilla y este acabó siendo sustituido, lo que acabó provocándole un enfado mayor, hasta el punto de marcharse a la grada y luego a la entrada de vestuarios. Desde allí, volvió a amenazar al alhaurino gritando que tenía que rajarle y que lo pillaría al terminar el encuentro.
Un segundo futbolista del C. D. El Palo B que no había sido convocado y que se encontraba en la grada viendo el encuentro, según el escrito judicial, se puso de acuerdo con el sustituido "para dar muerte" al rival. Ante esa agresividad, dos técnicos de su equipo trataron de calmarlos. Sin embargo, al terminar el encuentro, ambos futbolistas saltaron al campo con el permiso de sus técnicos para, supuestamente celebrar la victoria, y allí trataron de retener al jugador alhaurino tras el pitido final.
Mientras que la víctima estaba felicitando al equipo contrario, S.A.G cogió del cuello al jugador del Alhaurín y, según el escrito judicial, le hizo "una llave, dejándolo inmóvil, asfixiándolo, tirándole al suelo", mientras que M.S. "se dirigió hacia ellos y con una navaja apuñaló al joven en dos ocasiones en el hemitórax izquierdo".
Según se señala en la sentencia, el jugador del Alhaurín de la Torre C.F. era apuñalado "con una navaja cortante de 1,5 cms de ancho y al menos 10 cms de largo". Uno de los navajazos le afectó el ventrículo derecho y le causó un taponamiento cardíaco severo.
Aunque hubo otros miembros de El Palo que saltaron desde la grada para agredir al capitán del Alhaurín, varias personas lograron frenar la situación interviniendo. Todos eran entrenadores, jugadores, delegados de equipo, de campo...
La víctima yacía en el suelo cuando un miembro del cuerpo técnico de El Palo agarra a M.S. tras la agresión y se lo llevó a uno de los córneres. Pese a la virulencia de la situación, logró reducirlo acabando el procesado "pinchándole o cortándole" en el muslo izquierdo. Le provocó una cicatriz de 4 centímetros por 0,5 mm de anchura, así como múltiples cicatrices laterales.
Respecto al jugador, este logró marcharse al vestuario. Allí perdió el conocimiento y tuvo que ser trasladado de urgencia al Hospital Regional de Málaga. La víctima tuvo que ser intubada y entró incluso en parada cardiorrespiratoria. Afortunadamente, lograron reanimarle. En total, pasaron 200 días, nueve de ellos ingresado, hasta que pudo recuperarse, aunque aún sufre secuelas que no le permiten afrontar su día a día con normalidad.
Por ejemplo, el joven precisa valoraciones periódicas de su estado cardiológico, pues la cicatriz que tiene en la zona del corazón es "susceptible de provocar «arritmias cardíacas y dilataciones aneurismicas", algo que le puede causar insuficiencia cardíaca.
Sin la actuación rápida de los profesionales, como indica el escrito, "de no haberse realizado tratamiento quirúrgico urgente, la víctima habría fallecido".
Rebaja de condena
Por estos hechos, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) les habían impuesto a cada uno diez años de prisión por intento de asesinato, pero finalmente ordenó repetir el juicio y acabarán entrando solo cuatro por un delito de asesinato en grado de tentativa. M.S sí sumará, además, un año de cárcel por un delito de lesiones derivado del navajazo que ocasionó en la pierna al miembro del cuerpo técnico.
La nueva sentencia dictada por la Sección Octava a la Audiencia Provincial tras la repetición del juicio ha supuesto una rebaja considerable de la condena para los acusados, pero sobre todo respecto a las penas de la Fiscalía, que llegó a pedir 12 años de cárcel --que se quedaron en 10-- por intento de asesinato, que estuvo a punto de morir.
¿Los motivos? Por un lado, los procesados S. A.G y M.S han pagado casi la totalidad de las indemnizaciones que se pedían para las víctimas, pero las acusaciones también han llegado a un acuerdo. Todo ello ha provocado que se beneficien de "la circunstancia atenuante muy cualificada de reparación del daño".
En concreto, S. A.G y M.S, los dos procesados, han pagado 77.300 euros a la cuenta judicial de la Sala para indemnizar a las víctimas. Al capitán alhaurino tendrán que darle 72.624 euros y al miembro del cuerpo técnico lesionado, 7.669 euros. Faltan por abonar 2.993 euros que ambos se han comprometido a abonar en un plazo de 30 días.
Así, tampoco podrán acercarse al jugador apuñalado tras imponerse dos órdenes de alojamiento. En el caso de S.A.G., no podrá aproximarse a menos de un kilómetro en los próximos diez años al jugador apuñalado, ni tampoco a su puesto de trabajo, vivienda o lugar que frecuentara habitualmente. En el caso de M.S, ocurre lo mismo, pero durante los próximos cinco años.