A falta de que queden totalmente finalizadas las obras de reurbanización de las calles Carretería y Álamos, lo que se espera para finales de año, el Ayuntamiento de Málaga ha activado ya la normativa que va a velar para que sólo vehículos de residentes y autorizados puedan circular por este eje del Centro Histórico. En caso de infringir este precepto, los conductores se exponen a una sanción de 200 euros.
Con el objetivo de dar cobertura normativa a esta decisión, la concejala de Movilidad, Trinidad Hernández, firmó el pasado 26 de septiembre la resolución mediante la que se aprueba el decreto para el sistema de control de accesos a zonas restringidas al tráfico rodado, por tener la consideración de entornos de interés protegido.
La principal variación respecto al esquema anterior es la inclusión de estas dos vías, que vienen siendo objeto desde hace meses de una importante obra de regeneración, en la que cobra especial protagonismo la ampliación del espacio peatonal en detrimento del vehículo privado. De hecho, el proyecto incluye la instalación de cámaras de lectura de matrículas, de manera que los vehículos que no estén autorizados y recogidos en la base de datos municipal serán sancionados.
Una vez publicado el nuevo decreto en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) de Málaga, el ámbito de aplicación territorial incluye dentro del entorno del Centro la zona delimitada por el perímetro formado por las calles Cortina del Muelle, plaza de la Marina, Alameda Principal, Puerta del Mar, Atarazanas, Guillén de Castro, Moreno Carbonero, Sebastián Souvirón, plaza Arriola, pasillo Santa Isabel, avenida Rosaleda, San Rafael, Purificación, Wad Ras, Don Rodrigo, Ermitaño, Huerto de Monjas, Ollerías, Carretería, Tejón y Rodríguez, plaza del Teatro, Puerta Buenaventura, Álamos, Mariblanca, Madre de Dios, plaza de la Merced, Alcazabilla, travesía Pintor Nogales, Guillén Sotelo, Alcalde Pedro Luis Alonso y avenida Cervantes.
A esta área hay que sumar otro de menor dimensión en el entorno del Centro de Arte Contemporáneo, integrado por las calles Alemania, avenida Comandante Benítez y Navalón.
"En ambos supuestos, la restricción se produce con el fin de proporcionar, especialmente a los residentes, un espacio más habitable y eliminar, en gran medida, la contaminación ambiental y acústica del automóvil, garantizando la prestación de los servicios", se destaca en el decreto.
Aunque es este miércoles cuando queda recogida la publicación, a principios del pasado mes de agosto el Ayuntamiento ya informó de que desde el 10 de agosto (cuando acabaron las obras en el tramo de Carretería entre Pasillo de Santa Isabel y la intersección con calle Ollerías) se ponía en marcha la ordenación definitiva en este tramo, con uso exclusivo de residentes y autorizados.
Prioridad para el peatón y límite de velocidad
Entre los condicionantes existentes sobre el mismo destaca que la velocidad máxima de los vehículos es de 20 kilómetros por hora, teniendo prioridad de paso siempre los peatones. Asimismo, los vehículos tienen prohibido estacionar más que en los lugares designados por señales o por marcas.
Las limitaciones no afectan a vehículos que presten servicios de urgencia, los correspondientes a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, Servicios de Extinción de Incendios, Protección Civil y asistencia sanitaria, así como a los ciclos, ciclomotores y motocicletas de hasta tres ruedas, excepto motocarros.
En el caso concreto de Carretería, el itinerario establecido tiene sentido único de circulación. se accede al mismo desde pasillo Santa Isabel o calle Postigo de Arance, continúa por Carretería y debe abandonarse por la plaza San Francisco o por calle Carretería esquina calle Ollerías. Otra de las opciones es la de acceder por Álamos esquina calle Puerta Buenaventura y abandonar por Cárcer, dirección Madre de Dios o por Álamos, esquina plaza de la Merced.
Aunque el principal motivo de sanción es el de acceder a la zona sin autorización, con una penalización de 200 euros, no el único recogido en la Ordenanza de Movilidad. Hay que recordar que esta misma sanción es la que se impone a aquellos que habiendo entrado en el itinerario no lo abandonan en un tiempo razonable de tiempo. Asimismo, quienes no esperen a recibir la luz verde del sistema para poder entrar en la zona restringida serán multados con 60 euros.