Las voces que en los últimos meses y años cuestionan abiertamente el devenir del urbanismo en Málaga capital siguen creciendo. Y no sólo en número, sino también en el peso cualitativo de quienes lanzan esos mensajes. A las críticas emitidas por, por ejemplo, el hasta hace unos meses director del Observatorio de Medio Ambiente Urbano (OMAU), Pedro Marín Cots, hay que sumar ahora la de uno de los padres del vigente Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) de la ciudad, Damián Quero.

En un artículo publicado por la web del Instituto de Estudios Urbanos y Sociales (IEUS), Quero es taxativo y contundente en su apreciación sobre una de las mayores operaciones urbanísticas que se tramitan actualmente en la capital de la Costa del Sol: la transformación de La Térmica

En su calidad de redactor original del planeamiento vigente, recuerda cómo esta parcela, "el último lugar de la costa que permanecía vacío en Málaga, frontera de la ciudad con el mar y con la desembocadura del río Guadalhorce", fue ordenado en el PGOU "para ser lugar de actividades mezcladas y figura central, diversidad y animación para regenerar el extremo oeste de la ciudad, de excesiva homogeneidad y anomia". 

Frente a este modelo, remarca, "un Plan Especial promovido a su gusto y conveniencia por el promotor inmobiliario, y aprobado luego por el Ayuntamiento, ha sustituido la decisión del Plan General por este proyecto de turismo playero". "Así hemos regresado a la ciudad sin urbanismo, donde se hace otra vez oportuna la exclamación de Walter Benjamin en 1930: 'Las afueras son el estado de excepción de la ciudad'", concluye.

En el artículo, titulado La Ciudad con Proyecto (A propósito del 40 aniversario del Plan General de Málaga de 1983), Quero carga contra "el empecinamiento de nuestra urbanística en la exhaustividad del planeamiento", lo que ha conducido a la actual situación "aberrante" de requerirse entre 5 y 10 años para elaborar y aprobar un plan general, "con un volumen inmanejable y estéril de documentación escrita y planimetría".

Imagen de archivo de Damián Quero.

Y, a modo de ejemplo, destaca que frente a la "extraordinaria dimensión documental" del PGOU de cualquier ciudad española, el planeamiento de Copenhague apenas consta de 276 páginas A4, incluidos planos de estado actual y de intervención. 

A ojos del experto urbanista, "no es tan malo como se dice que las decisiones en urbanismo se hayan desplazado de los profesionales a los políticos", incidiendo en que los urbanistas contratistas ahora de la Administración pública "no son profesionales ilustrados, sino los que a sí mismos se llaman expertos y las grandes empresas consultoras de obras públicas, y es precisamente la misión de un alcalde tomar decisión sobre los acontecimientos urbanos importantes, orientar e intervenir en la regeneración y la evolución de su ciudad". 

Da por hecho que justamente de la mano de quienes toman las decisiones en el ámbito municipal ha surgido "muchos de los mejores episodios en la conformación de las ciudades". Por el contrario, considera que "la fatalidad domina la ciudad cuando las decisiones han sido antes tomadas por los poderes económicos, y los responsables políticos son sus mensajeros. Y garantes del negocio".

Detalles de La Térmica

Un modelo que vincula, de manera directa, con lo ocurrido en La Térmica, sector que, cabe recordar, fue objeto de un importante convenio urbanístico firmado a mediados de 2008. En el mismo, la entonces propietaria, Endesa, se comprometía a abonar a las arcas municipales 58 millones de euros a cambio de la reclasificación de unos terrenos que en origen eran de uso industrial.

Tras numerosos vaivenes en la operación, en la que también participa el Ayuntamiento de la ciudad en calidad de copropietario, el planeamiento revisado autoriza un máximo de 870 viviendas, incluidas 273 de protección oficial (VPO).

El reciente acuerdo de reparcelación alcanzado por el Consistorio y el socio privado, Nueva Marina Real Estate (con representación del fondo de inversión Ginkgo y Espacio), deja en manos del Ayuntamiento un negocio importante. Una de las piezas es la hotelera, con un techo de 11.550 metros cuadrados (a materializar en un edificio de planta baja más 14 alturas), valorados en 11,5 millones, a los que sumar los 4.975.627 euros en los que se tasa el comercial de este mismo terreno (4.737 metros de techo, a 1.050 euros el metro).

La segunda pieza es la relacionada con las oficinas, que cuenta con un techo de 12.564,8 metros (a materializar en un bloque de planta baja más 9 alturas), con un precio de referencia de 850 euros. Esto supone un valor total de 10.679.000 euros. A los mismos hay que sumar los 2.579.850 euros en los que se estima el valor de mercado de los 2.457 metros de techo comercial que hay en esta misma pieza de suelo.

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