Más de un año pasa ya desde que las obras del gran bulevar de la Universidad de Málaga quedasen paralizadas. Y, por lo que parece, la inactividad en la zona se va a mantener aún algún tiempo, a la espera de que el nuevo equipo responsable de la UMA, con Teodomiro López al frente, sea capaz de desbloquear el acuerdo con la constructora adjudicataria de los trabajos, Vías.
De acuerdo con la información que oficialmente trasladan desde la institución académica, la obra del bulevar fue detenida con el objetivo de redactar un proyecto modificado, reclamado por la adjudicataria. "Los arquitectos ya han presentado un borrador y ahora se está hablando con ellos y la constructora para modificar algunos aspectos de lo que han presentado", explican las fuentes consultadas.
Lo que no hacen estas mismas fuentes es precisar qué plazo se maneja para que esas conversaciones lleguen a buen puerto y, por tanto, cuándo es presumible que los operarios regresen al tajo. Lo que es perfectamente visible es que lejos de las semanas en las que la zona era un hervidero de trabajadores, ahora es un desierto.
Atendiendo a los detalles de la operación, esta intervención debe permitir extender hacia la zona de ampliación de la Universidad el bulevar Louis Pasteur, pasando por Informática y Telecomunicaciones y el Pabellón Deportivo. Estos tres kilómetros de nueva infraestructura se dividieron en cuatro fases.
En la primera se actúa sobre unos 750 metros y se aborda el ajardinamiento y urbanización de los espacios libres en el tramo comprendido entre las calles Jiménez Fraud y Jenofonte y zona verde del Centro Meteorológico. Y es justamente en este punto donde está el bloqueo.
Lo llamativo del caso es que más allá del modificado que ahora es objeto de negociación, en abril de 2022 ya fue aprobado otro ajuste valorado en 3,7 millones de euros, con la ampliación del plazo de terminación de siete meses. Conforme a esos parámetros, el valor del contrato se disparaba a unos 11,3 millones de euros.
Detalles del diseño
El diseño planteado en 2017 por el estudio Ecosistema Urbano Arquitectos, con sede en Madrid, proponía crear un campus abierto e innovador, dando forma a un entorno natural capaz de funcionar como espacio de estudio y socialización, mejorando las condiciones ambientales e incorporando la tecnología para posibilitar un nuevo mundo de interacciones entre el ámbito físico y el digital.
El objetivo no era otro que "recuperar y transformar un área infrautilizada, encerrada entre infraestructuras, convirtiéndola en el espacio principal del campus universitario". Para ello, dibujaba nuevos paisajes, mejoraba el confort climático y perseguía la conectividad continua en todo el espacio. Y ello facilitando que actividades cotidianas de la vida universitaria, como dar clase, estudiar, reunirse o leer, puedan ocurrir en el espacio público.
La primera fase del proyecto comprende una superficie de siete hectáreas, que se articula en torno a tres sistemas principales: los hubs o nodos de actividad, las grandes áreas verdes y el corredor natural del bulevar que conecta ambos. Los autores del proyecto plantean hubs tecnológicos, aulas abiertas y espacios de reunión y encuentro social en esta zona del campus.
Así, el camino principal está delimitado por relieves topográficos tapizados con vegetación que lo caracterizan y protegen del tráfico mejorando su funcionamiento climático y acústico, creando paisajes singulares que interrumpen la perspectiva lineal y la amplitud del paisaje suburbano.
En este parte del bulevar se plantea el bautizado como Hub Climático y Digital, que estará situado junto a la parada de Metro, siendo capaz de "acoger eventos de gran aforo". El mismo estará equipado "con una cubierta tecnológica que aloja una pantalla interactiva, una cortina de agua digital y sistemas de acondicionamiento bioclimático y de producción de energía para cubrir el funcionamiento de todo el parque".
Las aulas abiertas se conciben como espacios conformados por la propia vegetación, protegidos y equipados con tecnologías interactivas que facilitan la realización de eventos y actividades de enseñanza o divulgación. La idea es trasladar la experiencia universitaria al espacio público. Al tiempo, se proponen varias bibliotecas al aire libre.
La propuesta inicial también interviene sobre el arroyo Zapatero, que "se renaturaliza evitando su canalización y desaparición del paisaje natural suburbano, introduciendo nuevas plantaciones que limitan la erosión del terreno mediante sistemas de recogida de agua y áreas de infiltración, potenciando la biodiversidad".