Arranca el NeoAlbéniz, la última pieza cultural de Málaga que descubrirá restos arqueológicos de gran valor
El equipamiento incluirá dos salas de cine para 200 personas, así como zona de promoción empresarial. La inversión ronda los 3 millones y el plazo es de 14 meses.
20 febrero, 2024 12:31Noticias relacionadas
Casi siete años después de que se pusiera la primera semilla, Málaga arranca la construcción del NeoAlbéniz, equipamiento cultural que vendrá a fortalecer la amplia oferta cultural de la capital de la Costa del Sol y a complementar al Festival de Cine. Entre los grandes atractivos de la operación está la recuperación de restos arqueológicos de gran valor y que podrán ser vistos por los visitantes.
El alcalde, Francisco de la Torre, acompañado, entre otros, de las concejalas de Ordenación del Territorio, Carmen Casero, y de Cultura, Mariana Pineda, ha sido el encargado de poner la primera piedra del nuevo inmueble, que va a suponer una inversión próxima a los 3 millones de euros. De acuerdo con los plazos manejados, las empresas adjudicatarias de las obras, Actüa y Sardella, el proyecto debe estar completado en 14 meses.
El edificio va a disponer de cuatro plantas, con una superficie construida de 1.554 metros cuadrados. El uso propuesto para el equipamiento es una "elongación" del propio Albéniz y la creación de dos salas de imagen con capacidad para casi 200 personas.
Al tiempo, se plantea también una zona de promoción empresarial, "estratégico en la sostenibilidad del proyecto", así como la sede de la Málaga Film Office como oficina prescriptora del sector audiovisual malagueño ante las empresas productoras.
"Con la excusa de este pequeño edificio se siembra la semilla de una gran recuperación de la falda de la Alcazaba", ha destacado la arquitecta Natalia Muñoz, quien ha valorado que con esta operación se va a intervenir sobre "la zona más rica de la ciudad desde el punto de vista arqueológico".
De facto, los trabajos realizados sobre el subsuelo adquieren un protagonismo indiscutible en la operación. Los propios documentos inciden en ello. "Desde el punto de vista arqueológico, el edificio se inserta entre dos tramos de muralla descubiertos y documentados", se subraya, precisándose que uno de ellos es el que parte de una de las torres de la Alcazaba.
Asimismo, se destacan los restos de la muralla y la barbacana documentados en calle Alcazabilla, cuyos trazados se han significado mediante una diferenciación cromática en el firme de la propia calle. El diseño arquitectónico precisamente la rehabilitación paisajística y urbana de la ladera de la Alcazaba, creando una fachada a lo que hoy son traseras, "dignificando el espacio y recuperándolo para el uso ciudadano".
"El objetivo principal es el de mejorar la imagen del principal patrimonio monumental de la ciudad de Málaga (Teatro Romano-Alcazaba), recomponiendo la imagen urbana a la salida del túnel de la Alcazaba, actualmente ocupada por dos naves y una medianera, impropias del lugar", exponen los responsables de la propuesta.
Para ello, se opta por un volumen de carácter tectónico, con predominio del macizo sobre el hueco, enfatizando mediante dos planos inclinados que se proyectan, con la diagonal marcada en la fachada norte, hacia la Alcazaba.
La intervención programada prevé la reurbanización del entorno para dar acceso y continuidad a los recorridos. Y ello incluye la puesta en valor de las trazas de la Muralla y la Barbacana, haciendo visibles los restos encontrados a través de un suelo técnico de vidrio. Ello hará posible contemplarlos en el patio de ingreso del edificio, así como en el vestíbulo y parte de la sala de cine.
En el exterior del edificio se sigue circundando el espacio donde se encuentra la Muralla ampliándolo hasta la parte emergente que se ha restaurado, acotando el ámbito mediante una barandilla para que sea visible al aire libre. Con ello, se propone una conexión visual entre el exterior e interior del edificio mediante una celosía a nivel de planta baja, poniéndose en valor los hallazgos arqueológicos.