La cuenta atrás para que los ladrillos lleguen a Distrito Zeta, uno de los grandes desarrollos inmobiliarios proyectados en Málaga, sigue en marcha. Aunque aún habrá que esperar algún tiempo. Entre tanto, los trabajos de urbanización de los terrenos sobre los que emplaza esta promoción, que incluya 3.400 viviendas, avanzan a buen ritmo, constatando un evidente cambio visual.

Hasta el momento, esta mayúscula intervención, impulsada en origen por Urbania, cuenta ya con la participación de promotoras como AEDAS Homes, Metrovacesa, Habitat, AQ Acentor, Momentum, Lagoom Living, Ágora y Vimpyca.

Algunas de estas firmas, protagonistas del sector residencial en la capital de la Costa del Sol en los últimos años, ya han impulsado la comercialización si no de todas sí de una parte importante de sus viviendas. Es el caso de AEDAS Homes, que ya ha puesto en el mercado una segunda fase de las 400 viviendas que va a desarrollar en el sector; Habitat, o Momentum. En este último caso, ya ha comercializado una primera fase, habiendo activado ya la segunda, con precios por chalé desde 342.600 euros (sin IVA).

Otra imagen de la urbanización del sector.

La fotografía de las obras de urbanización actualizadas al presente mes de febrero muestran el proceso de transformación de los terrenos. El interrogante sobre cuándo habrá vecinos caminando por las calles y niños jugando en los parques infantiles no tiene aún una respuesta cerrada. Aunque las previsiones apuntaban la posibilidad de que ese hito tenga lugar a lo largo de 2026. 

Una de las singularidades que diferencia Distrito Zeta de otras grandes promociones es la apuesta por la innovación y las tecnologías. El diseño final del barrio ha contado incluso con la opinión de los más pequeños. Distrito Zeta es un sector que se entiende como una smart city, en la que se aplican fundamentos basados en la sostenibilidad, la movilidad, la tecnología y la comunidad.

Trabajos de urbanización de Distrito Zeta, en Málaga.

Y en esta línea se mantiene la idea de poner a disposición de los futuros habitantes una criptomoneda propia, zetacoin, para que la utilicen en los comercios de la zona. Incluso, determinadas acciones sociales y sostenibles ya previstas serían recompensadas con zetacoins. A modo de ejemplo, si un residente lleva una cierta cantidad de basura a reciclar se le puede compensar con esta moneda.

A esta peculiaridad se suma la apuesta por disponer huertos ecológicos para que los habitantes puedan tener su cosecha propia; parques caninos, con un diseño especial, que cuenten con piscinas, salas de juego y dispensadores de comida. Otro elemento a considerar es que se les dará a los residentes la posibilidad de disponer de un servicio de vehículo eléctrico compartido.

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