El Puerto de Málaga despeja el camino para afrontar a medio plazo la rehabilitación de La Farola de Málaga. Convertido en uno de los grandes iconos arquitectónicos de la capital de la Costa del Sol, se trata de uno de los faros más antiguos de España, solo superado por la Torre de Hércules del siglo II (A Coruña), Porto Pí del siglo XIV (Mallorca), Cabo Roche del siglo XVI (Cádiz), Carbonera y Punta Carnero en el siglo XVII (Cádiz).
Con el propósito recuperar en su integridad el inmueble (edificio de la base, zona exterior del fuste y de los elementos que lo componen) y adaptar las antiguas viviendas de los fareros para futuros usos de sala de exposiciones y otros actos culturales, la Autoridad Portuaria acaba de adjudicar los trabajos de redacción del proyecto de actuación a la empresa Fresneda & Zamora Arquitectura por 54.000 euros (sin IVA).
El plazo de los servicios se extiende a 14 meses, incluyendo la dirección de obra futura, que supondrá una inversión próxima a los 600.000 euros. De acuerdo con el pliego de condiciones, la empresa adjudicataria va a disponer de 5 meses para la redacción del proyecto, mientras que los trabajos de intervención se estiman en otros 9 meses.
La operación debe permitir la rehabilitación de los elementos que componen el fuste, como son las carpinterías de ventanas, barandillas y pintura exterior en general del conjunto, teniendo en cuenta los requisitos y limitaciones que se establezcan desde la Dirección General de Bellas Artes.
La Farola fue erigida debido a la ausencia de un sistema de iluminación solvente en la entrada del puerto que pudiese orientar a las naves en la noche fue uno de los grandes problemas que arrastraron estas infraestructuras durante muchos años.
Según se explica en el pliego, la llegada del siglo XVIII permitió a los ingenieros proyectar un faro de cantería que tanta falta hacía, aunque es cierto que por entonces nada se hizo. A lo sumo, unas grúas muy artesanales sostenían un farol con lámparas de aceite que avanzaban hacia la cabeza del muelle en la medida en la que lo hacía el embarcadero de levante.
Fue en la centuria siguiente cuando, tras finalizar la Guerra de Independencia, el ingeniero de la Armada Joaquín María Pery y Guzmán empezó la construcción de la actual Farola malagueña, estas obras finalizaron el 30 mayo de 1817. Pronto se hizo necesario que el personal adscrito al servicio viviera allí, lo que añadió a la torre en 1853 una base cuadrada que albergaba las viviendas y que fue ampliada entre 1909 y 1913 con una segunda planta: en 2017 se cumplieron 200 años.
El edificio se encuentra situado en una plaza circular denominada como el ingeniero que lo construyó, como remate del paseo de la Farola, al que da su nombre. El solar ocupado es de forma cuadrada con unas dimensiones aproximadas de 15 por 15 metros.
Actualmente, las viviendas de dicho faro se encuentran sin uso en la zona a rehabilitar, manteniendo su uso como edificio de señales marítimas y de comunicaciones del puerto en las plantas superiores del fuste del propio faro. Desde el punto de vista simbólico, es uno de los símbolos más importantes y representativos de la ciudad, siendo un referente como puerta de entrada a Málaga de todos aquellos cruceristas que llegan a nuestro puerto.
El edifico ha sido declarado Bien de Interés Cultural (BIC), en la categoría de monumento. Por ello, la Autoridad Portuaria, consciente de que este elemento es un referente en la consciencia colectiva común de todos los malagueños y de cualquier persona que visite la ciudad, va a realizar una intervención sobre el mismo, con vistas a devolver su carácter histórico y disponerla bajo unas condiciones de conservación y uso adecuadas.