Se ha vuelto a repetir. Como ya publicáramos en este periódico el pasado seis de marzo, el museo al aire libre de la calle Larios de Málaga capital se ha convertido en todo un imán para los vándalos. La última exposición que se ha visto afectada es la de la organización Hogar Abierto, dedicada al acogimiento familiar.
Desde Hogar Abierto han explicado que están "destrozados" después de ver las imágenes que ha recogido en su Instagram el doctor César Ramírez. En ellas se ve cómo 3 vándalos disfrutan destrozando la exposición completa, de principio a fin.
Así, han detallado que cada imagen y cada historia que estaba en cada mupi era "un rayo de esperanza" para los niños que necesitan un hogar. "No solo dañan las obras, sino también el corazón de quienes luchan por un futuro mejor para estos niños", han escrito en su cuenta oficial de Twitter.
La exposición ya sufrió un acto vandálico la madrugada del pasado domingo, cuando reventaron 42 de las 80 imágenes expuestas. Tras ser denunciados estos actos ante las autoridades, llegan estas imágenes donde se aprecia a los vándalos pateando las 38 restantes. El vídeo, que se ha hecho viral en redes sociales, ya está en manos de la Policía Nacional de nuevo, según han informado a EL ESPAÑOL de Málaga desde el Ayuntamiento de Málaga. Hasta el momento, no han trascendido detenciones.
El fotógrafo Víctor Lafuente también vio cómo dañaban su exposición fotográfica el pasado Festival de Cine de Málaga. Para él, la solución a esta problemática está en un tema "cultural". "Hay personas que intentan darse protagonismo de alguna manera, sobre todo cuando van acompañados, rompiendo mobiliario urbano como papeleras, una exposición de fotografías o incluso una moto. Yendo acompañados, este tipo de acciones les da un poco más de poder; estoy acostumbrado a verlo en manifestaciones cuando hago fotos", lamentaba el fotógrafo hace unas semanas, asegurando que ya tenía claro antes de exponer sus fotografías que "una o dos pagarían el pato".
La calle Larios de Málaga se ha convertido en un museo al aire libre en los últimos años. Entre sus farolas, es habitual ver, con cierta periodicidad, unos paneles que acogen fotografías de artistas en el marco de exposiciones que se realizan con motivo de festividades como la Semana Santa de Málaga o eventos como el Festival de Cine de Málaga o la Copa del Rey de Baloncesto. Recientemente, también se han realizado galerías de carácter solidario de colectivos como la Asociación Española contra el Cáncer o la del Instituto Gaona, por sus 175 años de historia.
Si bien es cierto que estas exposiciones suelen tener buena acogida por los malagueños y turistas, que se paran a observarlas, la realidad es que estos paneles resultan todo un imán para los vándalos, sobre todo de madrugada. Pocas de estas galerías sobreviven durante su tiempo de exposición sin que alguno de los paneles acabe destrozado a patadas o puñetazos.
La última víctima ha sido la exposición del fotógrafo asturiano Víctor Lafuente, que se inauguró el pasado viernes, cuando dio comienzo el Festival de Málaga. En ella, el artista trataba de mostrar lo que nadie ve del certamen, con el objetivo de provocar una conversación en la calle entre los espectadores.
Sin embargo, a la mañana siguiente, EL ESPAÑOL de Málaga captó cómo uno de los expositores que mostraban una de las fotografías estaba roto. En apenas unas horas, se repuso y quedó solucionado el asunto. Un aspecto que Lafuente, con quien ha podido contactar este periódico, agradece "mucho".
El fotógrafo que tuvo la suerte de poder ver de cerca, la noche previa a la inauguración, cómo quedó la exposición. Alucinó porque todo estaba impoluto, había quedado perfecto. Cuando se enteró que al día siguiente ya habían roto una, pero que el Ayuntamiento de Málaga las reponía, se quedó "muy tranquilo", cree que es la forma en la que se debe trabajar ante estas situaciones.
"La solución está en un tema cultural realmente. Hay personas que intentan darse protagonismo de alguna manera, sobre todo cuando van acompañados, rompiendo mobiliario urbano como papeleras, una exposición de fotografías o incluso una moto. Yendo acompañados, este tipo de acciones les da un poco más de poder; estoy acostumbrado a verlo en manifestaciones cuando hago fotos", lamenta el fotógrafo, que ya tenía claro antes de exponer sus fotografías que "una o dos pagarían el pato".
Mariano Pozo es uno de los fotógrafos malagueños que más ha defendido a capa y espada que se refuerce la seguridad de estas exposiciones al aire libre. Él ha sido víctima y sabe bien lo que se siente cuando ves tu trabajo por los suelos.
"Lo peor es que se ha convertido en una moda", contaba a este periódico con rotundidad Pozo hace unas semanas. Algunos aficionados del Unicaja fueron los que recuperaron algunas de sus imágenes de la exposición que se hizo sobre la historia de la Copa del Rey durante el campeonato, que se celebró en Málaga.
Pozo reclama al Ayuntamiento de Málaga que se tome la situación "más en serio". "La imagen a nivel turístico, que tanto importa a la ciudad, y a nivel cultural es lamentable. Cualquier evento expositivo que se monta en calle Larios se destroza en cuestión de horas. No sé por qué no hay más vigilancia, o si con tanta cámara como hay no se controla esto más para que esto no vuelva a ocurrir", propone, a la par que reconoce que "esto no pasa en ningún otro lugar civilizado de Europa".