Dos décadas después de que se pusiera la primera semilla, la Junta de Andalucía tiene definitivamente despejado el camino para construir 50 viviendas de protección oficial en el popular barrio de El Perchel, en Málaga capital. La operación, que se ha venido eternizando en el tiempo, cuenta ya con la aprobación final del estudio de detalle mediante el que se ordena la futura edificación. 

Una de las singularidades del proyecto promovido por la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía (AVRA) es que se levantará sobre una antigua factoría de salazones y sobre parte de la trama musulmana. Restos de valor que serán conservados y protegidos, pero no musealizados. 

Y esto supone un paso atrás respecto a las exigencias inicialmente planteadas por la Consejería de Cultura. En 2007, este departamento autonómico emitió una memoria en la que resolvía disponer la integración de los restos arqueológicos, "entendiendo como tal el mantenimiento y consolidación en el lugar del descubrimiento que posibilite su observación, contextualización y comprensión".

Sin embargo, esta propuesta quedó en nada después de comprobarse que la decisión de musealizar los restos a costa de AVRA "tenía unos costes totalmente inasumibles" y la promoción de viviendas sociales en el Centro, "destinado a un colectivo altamente necesitado, quedaría sin desarrollar". 

La parcela sobre la que se ejecutará esta promoción residencial tiene una superficie de 2.258 metros cuadrados y se encuentra situada en la calle Cerrojo. Dará cabida a 50 viviendas en régimen de venta, de las que 41 serán de dos dormitorios, seis de tres y las tres restantes, de una habitación. El edificio, diseñado por el arquitecto Luis Machuca, se proyecta con un único recorrido interior en planta baja desde el que se van estructurando todos los espacios, sin que queden medianeras vistas. 

Existen dos únicos accesos al complejo, uno por Cerrojo y el otro por Agustín Parejo. Las viviendas se estructuran con un espacio servidor en medianera y estancias a patios. En Agustín Parejo el edificio pasa de tres alturas a dos. La cubierta se convierte en un elemento de estar a modo de terraza que se prolonga hacia el interior sobre los patios, pues se contempla por las plantas superiores de la comunidad, enriqueciendo a su vez los espacios que se generan.

La inversión se estima en 5,6 millones de euros, con un plazo de ejecución de 20 meses. Con la aprobación definitiva del Estudio de Detalle, la Junta tiene camino despejado para poder abrir a licitación la actuación.

Y ello porque la licencia de obras ya fue solicitada en diciembre de 2020, quedando condicionada por parte de la Gerencia de Urbanismo a que previamente se modificase el estudio de detalle.

Una vez completado este proceso, el expediente deberá retornar al Consejo de Administración de AVRA para que autorice la puesta en marcha del concurso para ejecutar la obra mediante la vía de la colaboración público-privada. En línea con lo anunciado por el Ayuntamiento de Málaga para varias parcelas en Distrito Zeta y Cortijo Merino, la Junta permutará el solar por viviendas ya construidas.

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