Una cremallera, clave para detener al autor del asesinato del joven David: es su quinta víctima
Una ardua investigación policial ha permitido volver a meter entre rejas a José Jurado, que ya pasó 28 años en prisión por matar a cuatro personas en los años 80.
20 mayo, 2024 13:38Noticias relacionadas
La Policía Nacional ha logrado detener, tras dos años de investigación, al presunto asesino de David, un joven cuyo cadáver fue hallado con signos de violencia en los Montes de Málaga el 30 de agosto de 2022. El arrestado es José Jurado, de 62 años, un viejo conocido de los agentes que estuvo casi tres décadas en prisión por cuatro asesinatos que tuvieron lugar en los años 80.
Para conocer la cronología completa y tan compleja de la historia hay que remontarse al 29 de agosto de 2022. Ese día, la sala de la Policía Nacional recibe una llamada de unos padres totalmente desesperados. Ambos informaban de la desaparición de su hijo, David H., de 21 años, un joven estudiante de Ingeniería Informática que jamás había dado un problema en casa.
Sabían que había salido a la finca familiar que tenían en los Montes de Málaga, concretamente en la zona de Los Ciegos, para coger algarrobas. Esta era una actividad que realizaba con el permiso de los dueños de las fincas colindantes y que le permitía sufragarse los gastos de un joven estudiante. Pero se había hecho de noche y no había rastro del joven.
La Policía Nacional se puso en marcha de inmediato. La primera hipótesis era que el chico podía haber sufrido un accidente, como una caída. Era noche cerrada, así que los agentes acudieron al terreno, de difícil orografía, linternas en mano, para buscar al joven. A las 8.40 horas ya del día 30, hallaban su cadáver.
David presentaba heridas de arma de fuego en la cabeza y en el cuello. Al parecer, después de toparse con su presunto asesino e incluso ofrecerle agua, este le disparó por la espalda y "lo remató" cuando ya estaba en el suelo, según ha informado el TSJA. El primer impacto, de cartuchería de postas; y el segundo, “a bocajarro”, con munición de perdigones.
"Cuando llegó la científica, nos dimos cuenta de que precisamente no estábamos ante un accidente", ha declarado en rueda de prensa este lunes Rafaela Polo, jefa del grupo de homicidios de la Comisaría Provincial de Málaga. A unos cien metros del cadáver, junto a un gran árbol, la inspección ocular de la Policía Científica reveló indicios de una posible pelea.
De esta forma, los agentes comienzan una ardua y minuciosa investigación que Polo define como "un gran trabajo en equipo", pues son varias las áreas de la Policía Nacional que han intervenido en este servicio ante la complejidad del asesinato de David hasta llegar a la detención del presunto autor de los hechos.
Hallado el cadáver, se inició un rastreo de la zona, que habitualmente frecuentan cazadores. Como contaban con un listado de todos los que tienen una licencia en Málaga, se entrevistaron con ellos y tomaron declaración a los vecinos --se hicieron más de sesenta entrevistas; través del Registro de la Propiedad, a los propietarios actuales e históricos de las tierras donde ocurrieron los hechos--, pues el propio David, antes de morir, dio una pista fundamental para hallar a su presunto asesino.
A través de WhatsApp, David informó a sus padres y amigos de que se había topado con un señor mayor armado con una escopeta y "con muy mala pinta", según han trasladado fuentes policiales. Así, han añadido, tras ver la disposición del terreno, los agentes imaginaron que tenía que tratarse de una persona que conocía muy bien la zona, que era de difícil acceso.
Sin embargo, las entrevistas no dieron los suficientes frutos para atar todos los cabos, los vecinos mencionaron algunos modelos de coches que tenían personas del perfil del asesino en la zona, pero no terminaba de cuadrarles. El rastreo de la telefonía tampoco servía en este caso, pues los Montes de Málaga cuentan con una gran altura y desde allí se da cobertura a toda Málaga. La fecha, un 29 de agosto, coincidiendo con la operación retorno, también distorsionaba los datos. La autovía estaba muy cerca.
Las vías de investigación se les iban agotando, lo que empezaba a preocupar a los investigadores, que veían este caso como "una espinita clavada". Aunque entraban nuevos casos, el grupo de homicidios siempre tenía sobre la mesa el de David. Sabían que tenían que resolverlo. "Este caso ha sido de pico, pico, pico, pico", ha dicho Polo, feliz por el resultado de sus compañeros.
Finalmente, fueron los vestigios recogidos en el lugar de los hechos lo que les llevó al asesino, llamado José Jurado Montilla. Un viejo conocido de los agentes que pasó 28 años en prisión por cuatro asesinatos cometidos en los años 80 y por los que fue condenado a 123 años de prisión. La derogación de la doctrina Parot le sacó de la cárcel.
La científica, clave
En septiembre de 2023, los investigadores se dan cuenta de que la única opción de esclarecer los hechos estaba en manos de la policía científica. Así que lejos de rendirse, trataron de hallar la forma de que el análisis del ADN que dejó el arrestado aquel día expusiera novedades. Y mediante técnicas bioquímicas muy novedosas, lo consiguieron.
Según ha trasladado Salvador Romero, jefe de la brigada de la Policía Científica en Málaga, la clave estuvo en la pestaña de la cremallera de la mochila que David portaba ese día. En ella encontraron varios perfiles de ADN mezclados, así que trataron de individualizarlos con mucho cuidado a través de una amplificación de la muestra observando cromosoma a cromosoma. Una trabajadora del laboratorio de ADN de la Policía Nacional en Granada se tomó, explican los investigadores, el caso "a lo personal".
Aquella insistencia les llevó a un nombre que no era, precisamente, el del presunto responsable de la muerte de David, sino el de un familiar de la rama paterna, es decir, la del apellido Jurado. El ADN del presunto asesino no estaba en la base de datos policial pese a haber pasado casi treinta años en la cárcel, quizá porque él se negó a que se le tomara en el momento de la detención, aunque puede haber otros motivos, han explicado fuentes policiales.
Así se comenzó a diseñar un árbol genealógico a partir del perfil genético obtenido en la cremallera. Gracias a los datos del Registro Civil y al Obispado, los agentes se remontaron hasta 1871 para ir hilando los nombres del tatarabuelo, el abuelo y el padre... Hasta dar con el presunto asesino. Un dato que evidencia la complejidad del trabajo de los agentes es que el autor de los hechos, según las pruebas recabadas por la Policía Nacional, se cambió de nombre en un momento de su vida, lo que dificultó aún más el 'buceo' en los documentos.
La detención
Así, lograron darle caza a 'Dinamita Montilla' o 'El Titi', como apodan al presunto asesino de David. El hombre, de 62 años, fue detenido el pasado jueves en la localidad de Valdebótoa. El detenido era muy activo en la red social TikTok pese a su edad y como no tenía un domicilio conocido, se grababa viajando por la geografía española, lo que permitió a los agentes saber de su paradero en todo momento.
Del norte de España bajó hasta Madrid y de Madrid se trasladó a Extremadura, donde fue detenido mientras se encontraba en un bar. Según han explicado fuentes policiales, no puso resistencia en el momento del arresto. Se le leyeron los derechos y quedó detenido por los presuntos delitos de homicidio, tenencia ilícita de armas y robo.
Así, el Juzgado de Instrucción número 9 de Málaga acordó este domingo el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza de José Jurado. Se trata del mismo juzgado que abrió la investigación tras conocerle el hallazgo del cadáver de David en 2022.
Al ser informada de la detención, la juez de Málaga solicitó a la juez de Guardia de Badajoz que autorizara su inmediato traslado a Málaga con el fin de tomarle declaración antes del cumplimiento de las 72 horas legales de detención. Así, en la mañana de este domingo se procedió a realizar la toma de declaración presencial del detenido en la Ciudad de la Justicia de Málaga capital. José Jurado negó la autoría de este crimen y la juez decretó su ingreso en prisión.