Siempre que Antonio Banderas se coloca delante de los micrófonos de los medios de comunicación malagueños, acaba surgiendo algún debate sobre la ciudad. En esta ocasión, el actor malagueño ha declarado en el marco de una rueda de prensa organizada por el Teatro del Soho CaixaBank que ve a Málaga como "una ciudad imperfecta", algo que no ve del todo mal, pues considera que "si todo estuviera en su sitio, sería un sitio muy aburrido".
Banderas admite que puede existir "miedo" a un desarrollo urbanístico inadecuado o a que "el turismo de pronto invada las calles". "Es muy difícil. Yo salgo muchas veces de mi casa y voy haciendo slalom por la calle Alcazabilla a las once de un sábado porque han llegado dos cruceros", reconoce.
Así, cree que hay que "aprender a convivir con eso admitiendo que trae también riqueza a la ciudad", pero encontrando siempre un "equilibrio", una tarea que califica de "difícil".
Ciudad humana
"Tengo la impresión de que cerrar la ciudad al tráfico rodado tuvo que ver mucho con lo que está pasando en la Málaga actual de la ciudad. Ha humanizado la ciudad. Nos vemos las caras; la calle Larios en los años 70 era otra cosa. Eran coches en doble fila, una acera pequeñita y calle Larios ni te cuento. Los coches pasaban hasta por calle San Agustin", ha indicado.
Un paso como la peatonalización, para Banderas, creó también el pensamiento de que la ciudad se convirtiera en una Málaga de los museos, donde el arte y la calle se combinan. "Yo creo que las ciudades peatonales son más humanas, siempre lo he creído. Yo ya no aguanto vivir en las grandes urbes. He vivido en Los Ángeles durante 20 años y yo no podría volver a vivir ahí y estar todo el día metido en coches que te pasas el veinte por ciento de tu vida conduciendo, tampoco en Nueva York, a la que adoro y donde tengo incluso casa", ha expresado.
Le ha salido la vena malagueña recordando la ilusión que le hace escuchando por la calle un "¿Qué pasa, Antonio?", con acento andaluz. "A mí me encanta venir andando del teatro a mi casa tranquilito y el rollito de la calle, es una ciudad muy humana. Conservar eso depende de todos nosotros", ha insistido.