Imaginen una gigantesca pantalla de hormigón de más de un kilómetro de largo y hasta 27 metros de profundidad y se podrán hacer una idea fiel de la dimensión de los muros que darán forma al túnel del primero de los tres subtramos del Metro de Málaga hasta el Civil. Nada que ver, todo sea dicho, con el ficticio muro de hielo de Juego de Tronos, de 480 kilómetros de longitud y más de 200 metros de altura.
Este simple ejemplo pone de manifiesto la envergadura de una infraestructura mayúscula, que sólo en sus primeros 637 metros obliga a una inversión cercana a los 45 millones de euros (siempre que no haya sobresaltos en el desarrollo).
El impacto cierto de la construcción del ramal, en su pieza inicial, ya se deja sentir desde principios de la pasada semana con el corte casi total de la calle Hilera al paso de vehículos. La restricción, plena en el sentido este-oeste, se extenderá en el tiempo durante todo el desarrollo de ejecución de la obra. De hecho, la previsión es que este eje estratégico en la movilidad urbana no recupere su condición previa hasta enero de 2027.
En el seno de la Consejería de Fomento, aseguran a EL ESPAÑOL de Málaga, no se descarta la posibilidad de que el ritmo de los trabajos en la zona permitan adelantar este paso. En cualquier caso, habrá que esperar a comprobar el avance de los equipos de trabajo. La experiencia ya conocida en el desarrollo del suburbano malagueño obliga a ser cautos respecto al progreso de las actuaciones y a los calendarios.
El paso definitivo en esta fase de la obra tuvo lugar el pasado miércoles 3 de julio con la puesta en marcha de la primera de las máquinas pantalladoras que va a actuar en la zona. Un gigante de acero dotado de una pala que viene a funcionar como una mandíbula de hierro que se comerá el terreno desde la superficie hasta las profundidades, dando forma a una gigantesca hendidura que alcanzará la cota -25 metros y -27 metros (equivalente a un edificio de 7 u 8 plantas). Las pantallas algo menos profundas, con entre 17 y 16 metros de profundidad, en la parte de la futura estación Hilera.
El corte de la calle Hilera, hasta enero de 2027
Ese hueco será rellenado con una gran armadura de hierro y acero que, a su vez, será alimentada por hormigón armado. La suma de todos estos elementos permitirá la creación de los muros pantalla que configurarán las paredes del paso soterrado del ferrocarril urbano.
No son los únicos datos relevantes de la ejecución de esta parte de la infraestructura, que se extiende entre la estación Guadalmedina y el cruce de Hilera con la calle Santa Elena. Punto en el que quedará situada la primera de las tres estaciones de todo el ramal.
Las dimensiones técnicas corroboran la enormidad de la operación. La longitud completa de los muros pantalla será de casi 31.000 metros cuadrados (semejante a lo que miden tres campos de fútbol).
Y para su consolidación se van a emplear 38.036 metros cúbicos de hormigón (si tenemos en cuenta que un camión hormigonera puede llevar de media entre 8 y 10 metros cúbicos, serán necesarios más de 4.000), así como 3.741.549 kilogramos de acero. A estos valores hay que agregar otros correspondientes a las losas y estructuras interiores del túnel, que necesitarán 25.854 metros cúbicos de hormigón y 3.148.824 kilogramos de acero.
Atendiendo a estos parámetros, la construcción de la primera parte del túnel del Metro al Civil va a requerir casi 63.400 metros cúbicos de hormigón, así como 6,9 millones de kilogramos de acero. A modo de referencia, el peso de la estructura metálica de la Torre Eiffel es de 7,3 toneladas.
El proyecto constructivo que sirve de base a esta parte de la actuación apunta que las máquinas pantalladoras podrán rendir, junto a las grúas que suministren la armadura, las centrales de lodos y la maquinaria auxiliar, a unos 80 metros cuadrados al día, con lo que se prevé un avance de 4,8 metros lineales por equipo y día. La longitud lineal de las pantallas será de 1.626 metros.
En la parte técnica se detalla que con dos equipos el tiempo de trabajo se alargaría casi 8 meses, periodo que se recortaría a poco más de 5 meses con tres máquinas. De momento hay una sobre el terreno y se espera la llegada de otra en septiembre.