El tiempo no pasa desapercibido para nadie y eso incluye también a la Feria de Málaga. A lo largo de las últimas décadas, los festejos han pasado de celebrarse en el Paseo del Parque y el centro de la ciudad a trasladarse al Real Cortijo de Torres y continuar en el centro.
Puede que la ubicación sea otra, pero las tradiciones perduran. Los malagueños siguen saliendo a la calle a bailar Verdiales, vestidos de flamencos y con muchas ganas de fiesta. La zona de las atracciones no ha hecho más que crecer en su oferta y el número de asistente solo ha hecho que aumentar y hacer que la Feria de Málaga llegue a todos los rincones del mundo.