Eran las 9.30 horas del miércoles, 21 de agosto. Las calles de Málaga capital estaban prácticamente desiertas. Muchos locales aprovechan la semana de feria para tomarse unas vacaciones. Sin embargo, aquella mañana la tienda de Bazar San Juan en avenida de Velázquez subió la persiana. Lo que no esperaba el dependiente del establecimiento es que tan solo cinco minutos después de la apertura un individuo iba a acceder a la tienda, amenazándole con el rostro oculto y un cuchillo, para alzarse con su preciado botín: la recaudación de la caja.

Así lo relata una trabajadora de la tienda a EL ESPAÑOL de Málaga. Ella se encontraba de baja esa semana y la otra compañera, de vacaciones. Normalmente, siempre hay mujeres trabajando, explica, pero ese día solo estaba él. El tendero estaba atendiendo a un cliente de avanzada edad cuando el hombre irrumpió en el establecimiento. La mujer lo define como un señor que mide 1,75 aproximadamente, moreno y con una actitud que denotaba que podía estar bajo los efectos de las drogas. 

Tenía la cara tapada y llevaba unas gafas de sol, por lo que quería ocultar su rostro. "Cogió y le puso el cuchillo en la garganta al señor mayor y le dijo a mi compañero que le iba a apuñalar si no le daba el dinero de la recaudación", declara la trabajadora. Cabe recordar que apenas había dinero en la caja en ese momento, cuando solo llevaban apenas cinco minutos abiertos.

"Creo que quiso aprovechar que había tan poca gente en la calle por el tema de la Feria de Málaga", cuenta la mujer, que sostiene que el caco también había observado que normalmente su víctima no está trabajando en el local. "Mi compañero trató de mantener la calma al tenerlo amenazado. Le dijo que no le daría nada hasta que no soltara al cliente. Entonces, él hizo el intento de soltarlo, pero no lo hacía del todo", prosigue.

Así que se le ocurrió que era buena idea obligarle a pasar por el mostrador para coger el dinero y así asegurarse de que soltara al cliente. "Ya es cuando intentó pinchar a mi compañero, estuvo a punto de apuñalarlo, pero no llegó porque estaba el mueble", cuenta la mujer, que asegura que el ladrón portaba un cuchillo.

En ese momento, aprovechando que el delincuente estaba titubeando, el dependiente le quitó el cuchillo y el ladrón trató de escapar. Pero el chico no dudó en tirarse sobre él para bloquearlo en mitad de la carretera. No se movió hasta que vino la Policía. "No le ayudó nadie. Quiero dejarlo claro. Llamaron a la Policía, pero el que lo bloqueó fue él", relata.

El trabajador sufrió heridas derivadas del forcejeo y fue atendido por los sanitarios. Siempre según la trabajadora, el caco fue detenido y tras celebrarse un juicio rápido el pasado jueves, tiene "una condena pendiente de siete años por premeditación e intento de homicidio a dos personas". "Les dimos todas las pruebas de que este señor quería apuñalar tanto a mi compañero como al cliente. No eran solo palabras. Presentamos todas las pruebas posibles", zanja. El dependiente se encuentra bien, pero no quiere hacer declaraciones tras lo ocurrido.

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