Salva Torres, vecino del municipio malagueño de Coín, está desesperado. Aunque trata de encontrar información sobre el paradero de su hermano José Antonio, desaparecido desde hace dos semanas, no halla ninguna pista desde el pasado 28 de agosto, cuando este escapó del Centro Asistencial San Juan de Dios de Málaga.
Al parecer, ese día, antes de la cena, José Antonio Torres, que tiene 41 años y padece varias enfermedades mentales, escapó del centro a través de una valla. No es la primera vez que lo hace. Asegura que ya van más de seis ocasiones en menos de tres años. El pasado mes de enero también fue localizado por las autoridades en las inmediaciones de calle Larios durmiendo entre cartones. En mayo, huyó hasta Torremolinos.
Lleva, en concreto, dos años y medio ingresado en San Juan de Dios, según relata su hermano Salva, que está muy preocupado porque las veces que su hermano ha desaparecido han sido durante bastante menos tiempo. José Antonio, por su estado mental, está bajo la tutoría de la Fundación Málagueña de Curatela.
"Entiendo que están saturados, que tienen falta de personal, pero no se ha perdido un perro. Se ha perdido mi hermano", lamenta Salva, que se siente incomunicado y poco atendido por parte de esta entidad. No sabe qué ropa llevaba su hermano en el día de la desaparición porque figura en la denuncia, que "solo está en manos de sus tutores".
"A través de mi abogada hemos puesto otra denuncia, creo que más concreta, con la que al menos hemos podido dar algunos pasos. Con los tutores estoy muy decepcionado y cabreado, no entiendo cómo pueden pasar de todo cuando lo que ha pasado es muy gordo", critica.
Del centro San Juan de Dios, no tiene pega. Asegura que está muy contento de la labor de los trabajadores sociales y de toda la plantilla, que ha tratado muy bien a su hermano pese a sus circunstancias complicadas. "Sé que es uno de los pacientes más complicados que han tenido, es un enfermo mental muy vulnerable. A veces tiene que estar muy activo y en cambio, otras, puede ser muy depresivo. Tiene trastorno de la personalidad, es bipolar, ahora le han detectado un poco de autismo...", explica.
Aunque sí es cierto que a Salva le da rabia la situación de las personas con problemas de salud mental con su hermano. Cree que hay que estar más pendientes de ellos e incrementar la seguridad desde las instituciones. "Yo tengo a mi hermano en este centro porque no hay nada más adaptado a sus necesidades. Esto es así", lamenta, a la par que recuerda que su hermano es muy delgado y que, sin medicación, puede tener "comportamientos más inestables hacia su personalidad".
Desde su desaparición, gracias a las redes sociales y a la Asociación SOS Desaparecidos le han llegado varios avistamientos. Muchos no le cuadran, pero le ha llamado especialmente la atención el aviso de una mujer que decía haberle visto en Nerja. "Me cuadra que haya podido pedir limosna para coger un autobús, él es capaz. Pido, por favor, a todos los malagueños que se fijen cuando vayan por la calle, que hagan fotografías si ven a alguien que se le parezca y llamen a la Policía. Necesito ayuda para encontrar a mi hermano, nuestra madre es una mujer muy mayor y esto me pilla como único hermano", zanja.