La Junta allana el camino al gran complejo de oficinas de Cortijo Jurado en Málaga

La transformación del histórico Cortijo Jurado en un gran complejo de oficinas premium en Málaga recibe un espaldarazo clave. La Junta de Andalucía ha dado luz verde desde el punto de vista medioambiental al estudio mediante el que se ordena este desarrollo, al concluir que la operación “no tendrá efectos significativos”.

Así queda reflejado en el informe emitido por la Consejería de Sostenibilidad Ambiental y fechado el pasado 3 de enero. Pese al respaldo que recibe esta iniciativa, impulsada por la promotora SUBA, hay algunos ajustes que han de ser tenido en consideración en la intervención final. 

Entre ellas destaca la existencia de un informe inicialmente desfavorable de la Dirección General de Carreteras del Ministerio de Transportes al Avance del Estudio de Ordenación del ámbito SUNC-O-CA.27 Cortijo Jurado, en la zona de influencia de la Autovía del Mediterráneo A-7.

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En su pronunciamiento se reclamaba la presentación de un estudio de tráfico y capacidad en el que se analice la incidencia del enlace del p.k. 992+000 y el ramal de salida del p.k. 991+000, sentido Algeciras, de la Autovía del Mediterráneo A-7. En materia hidráulica, se destaca que el emplazamiento de la parcela se encuentra muy próximo al río Campanillas, lo que obliga a ajustar los usos previstos.

De las tres alternativas sometidas a la evaluación ambiental estratégica, se considera como más favorable la número 2, que apuesta por el uso productivo/empresarial (Terciario de oficinas), al tiempo que abre la puerta a otros usos compatibles como el hotelero y el hostelero (solamente en planta baja y sujetos a las condiciones de control). En cuanto al uso hotelero, se incide en la idea de "ofrecer mayor flexibilidad al desarrollo edificatorio como complemento de los usos empresariales que se plantean". 

Esta alternativa, se dice en el informe, es la "más adecuada conforme a los objetivos propuestos pues, desde el punto de vista funcional, es la que mejor se adapta a la actual situación económico-social y a las necesidades reales de la población, dentro de las limitaciones de uso que impone la huella acústica del aeropuerto de Málaga".

Esto encaja con los últimos planes de SUBA, que meses atrás apuntó la opción de usar parte del aprovechamiento existente a coliving. Es decir, a residencia temporal de los futuros ocupantes de esas mismas oficinas.

A cinco minutos del Centro

Así lo confirmó el director general de la entidad, Bartolomé Inglés, quien subrayó el valor de esta actuación para "contribuir a que Málaga siga creciendo". "Un parque empresarial con la posibilidad de alojamiento en régimen de coliving a cinco minutos del Centro", resalta. 

Álvaro Cabrera

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"Cuando te sientas con las empresas lo que te dicen es que necesitan metros de oficinas, pero que se encuentran con el problema de que tampoco tienen viviendas que ofrecer a los trabajadores", expuso. 

Este es el escenario en el que se posiciona el proyecto de Cortijo Jurado, que puede conllevar una inversión inicial estimada de 25 millones. "Queríamos ofrecer el modelo de parque empresarial habitual en la costa oeste de Estados Unidos, en la parte de Seattle y en Silicon Valley, con parcelas que cuentan con una gran dotación de zonas verdes en las que se implantan los edificios de oficinas", remarcó Inglés.

En cuanto al calendario que maneja la empresa se habla de la posibilidad de iniciar las obras dentro de este mismo año, con el reto de que el producto esté en el mercado a finales de 2026.

Datos del espacio

A la espera de conocer todos los detalles finales, el plan base recoge la creación de una superficie alquilable de 20.000 metros cuadrados y 40.000 metros de espacios abiertos. El complejo contará con "espacios inteligentes y multifuncionales" en una zona estratégica de la capital de la Costa del Sol, en las proximidades del Parque Tecnológico de Andalucía (PTA); de la Universidad, y de los terrenos en los que se proyecta la Expo Internacional de 2027. A esto hay que sumar la decisión de recuperar el histórico edificio como sede social de Sinerba.  

Los responsables de SUBA hablan de una propuesta "revolucionaria" con la que responder a la creciente demanda de espacios de oficinas existente en la urbe, convertida en foco de atracción para numerosas empresas nacionales e internacionales. 

La intervención cuenta con la participación del Estudio de Arquitectura y Urbanismo Ángel Asenjo y Asociados y prevé la generación de distintos formatos de espacios que se adapten al modelo laboral de cada empresa. "Aspiramos a convertir el complejo en una isla ecológica, de modo que sea autosuficiente, tanto en la generación de energía, como en su consumo y almacenamiento", anunciaba SUBA.