Eran las 15:25. La avenida Miguel Cano, en pleno centro de Marbella, estaba a reventar cuando un coche blanco impactó contra las terrazas de la taberna Casa Blanca. El joven conductor iba acompañado de su madre y otra persona cuando se metió en dirección prohibida, en una calle de plataforma única donde el peatón tiene prioridad. El atropello masivo se saldó finalmente con once heridos, dos de ellos con lesiones graves ingresados en el Hospital Costa del Sol.
Jaseal, trabajadora de la tienda Moda Enjoy, reconoce que de un momento a otro la avenida se convirtió en un auténtico caos. "Se llevó por delante todo, no nos dio tiempo ni a reaccionar. Salí corriendo de la tienda y cuando me acerqué al lugar de los hechos vi a varios heridos por el suelo. Una de ellas sangraba mucho", explica.
Omar Hafian, dueño del restaurante La Lonja, se encontraba en una de las terrazas al final de la vía cuando el vehículo se estampó a escasos centímetros de la joyería Manuel Spinosa. "Escuchamos los gritos desde la calle y vimos una mesa y una silla volando hacia la carretera, a unos cuarenta metros de donde estábamos sentados", explica el empresario, que se siente "afortunado" de no haber sufrido daños en su local.
"Al principio no sabíamos si era un atentado o un accidente de un conductor despistado. Cuando me acerqué allí y vi la gente tirada en el suelo, sangrando, me di cuenta de la gravedad del asunto", relata. Hafian se acercó al lugar de los hechos para ayudar. Al llegar, ya había dos personas sacando al hombre de 30 años del vehículo. Entonces vio como reducían al joven entre seis agentes, lo detenían y lo llevaban en volandas hasta el coche, que no llegó a romper el escaparate de la joyería.
También vio a una señora pidiendo ayuda porque una niña había sufrido un golpe, que más tarde fue atendida por una sanitaria. Testigo del miedo que pasaron muchos de los vecinos de la avenida en Marbella fue Soye, empleada del restaurante Tokio Sushi & Tepanyak. "Sólo escuché el estruendo. Los clientes se marcharon y echaron a correr", recuerda la trabajadora, que habla de la zona como un enclave "tranquilo".
La taberna Casa Blanca fue la única en cerrar tras el brutal impacto. Uno de sus camareros estaba fuera cuando ocurrió, pero ninguno de ellos ha resultado herido. Lo asegura un trabajador de la Tienda-bar Beher, que se encuentra justo enfrente. "He hablado con camareros de la taberna. Una experiencia para no repetirla, me han dicho. Se han pegado el susto de su vida", declara al teléfono.
Todos los entrevistados coinciden en una cosa: se trata del "primer atropello de estas dimensiones" en la céntrica avenida marbellí. "Es una zona bastante tranquila y no ha habido ningún problema de este tipo a pesar de ser el centro de Marbella", afirma el dueño del restaurante La Lonja, que resalta "la rápida actuación de la policía local y los cuerpos de seguridad del estado". "Ha resultado tranquilizador", zanja.
Recorrió toda la calle
El conductor recorrió sin control unos sesenta metros entre la taberna Casa Blanca y la joyería Manuel Spinosa, cuya vitrina no sufrió ningún desperfecto. El hombre tenía carné de conducir y dio negativo en las pruebas de alcohol y drogas. Según fuentes cercanas, el joven podría padecer esquizofrenia y sufrió un brote durante la conducción.
Fuentes de la Policía Nacional confirman la detención del conductor del vehículo, un hombre de 30 años y nacionalidad española, en relación con los hechos. Queda descartada la vía terrorista como causa del accidente. Se continúan practicando diligencias para el total esclarecimiento de los hechos.